Un equipo de investigadores españoles ha dado nuevos pasos para entender mejor las diferentes respuestas de los pacientes al tratamiento de la hepatitis crónica C, una patología que en España afecta al 2 por ciento de la población y es la causa principal de cirrosis y trasplante de hígado.

Se trata de un estudio publicado en la revista AIDS, coordinado por los doctores Vicente Soriano, del Hospital Carlos III de Madrid, y Juan Antonio Pineda, del Hospital Valme de Sevilla, ambos de la Red de Investigación en SIDA (RIS).

El trabajo demuestra que las variantes en el gen de la interleuquina 28B (IL28B) predicen tanto el grado de respuesta al tratamiento con interferón -medicamento para tratar la hepatitis C- como el nivel de carga viral.

Para realizar el estudio, los investigadores de la RIS han examinado el citado gen en 289 pacientes coinfectados por VIH y hepatitis C, atendidos en 25 hospitales españoles.

Hasta ahora se sabía -hallazgo descubierto en 2009- que el gen IL28B explicaba por qué algunos pacientes con hepatitis C triplicaban sus posibilidades de curación sobre los otros, en función de los polimorfismos o variantes en ese gen (si se posee un genotipo llamado CC hay más posibilidades de cura).

Ahora, los científicos españoles han añadido a este gen la posibilidad de dar una nueva información: la carga viral.

Según ha detallado Vicente Soriano, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Carlos III, dependiendo de las variantes en el citado gen que tenga el enfermo, la carga viral C será más o menos elevada.

"A mayor carga viral, menos posibilidades de responder al tratamiento y de curarse", ha remachado.

Conocer de antemano la variante de la IL28B puede permitir realizar mejor la decisión de iniciar o demorar el tratamiento de la hepatitis C en un determinado paciente.

Soriano ha señalado que existe un test para determinar qué variante del gen IL28B tiene cada paciente y "nuestro trabajo es un argumento más que justifica la realización del citado test en todos los pacientes con hepatitis crónica C, una prueba barata en comparación con otras -vale unos 30 euros- y que sólo es necesaria hacerla una vez en la vida".

En la actualidad, ha recordado, el tratamiento de la hepatitis C es sólo efectivo en un 40 por ciento.

En junio de este año se prevé que dos nuevos antivirales salgan al mercado estadounidense, con lo que se elevará el porcentaje de curaciones hasta el 75 por ciento.

Soriano ha precisado que se está viviendo "un momento revolucionario" en torno a la hepatitis C, que recuerda al que ocurrió en 1996 en el VIH/SIDA, cuando irrumpió la llamada "terapia de combinación", con el uso simultáneo de tres antivirales.

Los medicamentos para la hepatitis C, que serán caros, ha adelantado Soriano, también se aplicarán combinados y en la medida en que todavía se administren junto con interferón, la respuesta a los mismos estará condicionada por las variantes en el gen IL28B.

"De ahí la relevancia del hallazgo de la relación IL28B y carga viral, aun en la nueva era de antivirales", ha concluido este investigador, quien este fin de semana participa en Berlín en un Congreso organizado por la Asociación europea para el estudio del hígado.