Los niños de familias desestructuradas acogidos de manera permanente por familiares, al no poder ser atendidos por sus padres, presentan menos probabilidades de sufrir problemas de salud mental que aquellos que viven en centros asistenciales.

Así lo indica una de las conclusiones de un estudio de la Unión Europea sobre el cuidado de menores por parte de familiares diferentes a los padres en el que ha participado la Clínica Universidad de Navarra.

En concreto, el estudio se centra en los cuidadores de la familia extensa, concepto que incluye a todo familiar del niño diferente a sus progenitores y que se ocupa del menor por periodos prolongados de tiempo, debido a distintas circunstancias que puedan atravesar sus padres: muerte, accidentes, inmigración, drogodependencia o cumplimiento de penas de cárcel. En la mayoría de los casos, suelen ser los abuelos quienes se encargan de este cuidado.

En Navarra, ha explicado a través de un comunicado el doctor Francisco Guillén, responsable de la Unidad de Medicina Preventiva de la Clínica Universidad de Navarra, hay 135 familias en esta situación.

Fruto de la revisión bibliográfica realizada por la Unidad de Medicina Preventiva de la Clínica se han obtenido, entre otras conclusiones, que "los niños en acogida por cuidadores de familia extensa tienen una ventaja en el logro de permanencia y mejora del bienestar sobre los niños en otro tipo de acogida".

Asimismo, se considera "especialmente recomendable la acogida por cuidadores de familia extensa en caso de niños maltratados". En el mismo sentido, los resultados apuntan que "los niños que viven en centros asistenciales tienen más problemas de salud mental que los cuidados por miembros de la familia extensa".

Por otro lado, la revisión ha analizado las consecuencias de esta situación para los cuidadores, abuelos en su mayoría. Se concluye que "asumir las responsabilidades del cuidado de los menores a tiempo completo se asocia con una mayor angustia psicológica para los cuidadores".

Por otro lado, el estudio advierte que si los abuelos se hacen cargo del menor de manera informal, "su falta de derechos legales puede crearles dificultades prácticas, por ejemplo, en el momento de matricular al niño en la escuela o de recibir atención médica".

Como consecuencia de las conclusiones obtenidas, la revisión bibliográfica propone una serie de recomendaciones encaminadas principalmente a mejorar la salud y el bienestar de los abuelos cuidadores, como la promoción de hábitos saludables.

También se recomienda a los servicios sociales atender las necesidades materiales de los cuidadores, sobre todo en las etapas iniciales de la acogida.