España ha elevado una queja ante Alemania y la Unión Europea por el proceso seguido tras el brote infeccioso detectado en ese país, atribuido a pepinos españoles, anunció ayer el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu. Según las autoridades españolas, no se puede afirmar que la contaminación se haya producido en las empresas de origen, sobre todo porque algunas de las muestras de producción analizadas no tienen origen español.

Puxeu informó, asimismo, de que España ya ha localizado las partidas concretas de pepinos, que han sido retiradas "por precaución".

Respecto al procedimiento seguido por Alemania en esta crisis, el secretario de Estado lamentó que la primera denuncia haya saltado a la prensa en lugar de canalizarse a través de la red de alertas preceptivas, de la inmovilización del producto y la localización de los focos.

"Nos hemos quejado ya a Alemania y a la Unión Europea", indicó, tras recordar que ante este tipo de situaciones "hay que ser muy rigurosos" y "absolutamente exquisitos".

Tras una reunión con las cooperativas y las organizaciones agrarias y la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), el secretario de Estado dijo que el Gobierno español está a la espera de que las autoridades alemanas concreten dónde tienen el problema, si bien señaló que éste "puede ser de manipulación en destino".

Durante el encuentro con el sector hortofrutícola, Josep Puxeu subrayó el "buen funcionamiento de los sistemas de control y trazabilidad de las frutas y hortalizas españolas".

Además, se mostró partidario de analizar todas las fases de la cadena, aunque "no se puede especular sobre riesgos alimentarios" en un sector que "está haciendo las cosas muy bien".

Respecto a si las informaciones sobre la supuesta responsabilidad de los pepinos españoles en este brote infeccioso afecta ya al sector, afirmó que este tipo de situaciones "siempre dan pie a que haya movimientos comerciales que hay que intentar minimizar".

El secretario de Estado, tras apelar a la "prudencia", reiteró su rechazo a las "especulaciones", sobre todo en el caso de un sector como el hortofrutícola, cuyo primer destino exportador es la Unión Europea.

Puxeu defendió el buen funcionamiento de los controles en origen y en destino en la UE y la necesidad de analizar "todas las fases de la cadena".