El secretario de Estado de Medio Rural y Agua del Gobierno español, Josep Puxeu, cuestionó ayer que la contaminación alimentaria en Alemania por la bacteria "escherichia coli" provenga de pepinos españoles. "Niego la mayor", aseguró Puxeu en declaraciones a los medios en Lleida, donde ha criticado la gestión de las autoridades alemanas, que cree un "exceso de celo y nervios".

"La producción agroalimentaria española tiene unos niveles de exigencia sin parangón en el resto del mundo y los riesgos alimentarios que contemplamos son cero, ya que aplicamos el máximo rigor en todos los parámetros", subrayó.

Puxeu se plantea tomar medidas contra las autoridades alemanas, ya que el problema se ha gestionado con "un nivel de irresponsabilidad tremenda que lesiona los intereses en la producción agroalimentaria española en plena campaña".

"Aun comprendiendo que pueda haber una alarma complicada de gestionar, no podemos aceptar que se hagan juicios de valor, se especule y se den por buenas versiones no contrastadas". Además, defendió el funcionamiento de los sistemas de control de seguridad y, como ejemplo, indicó que las autoridades de Hamburgo han activado la alerta "con una muestra aleatoria de cuatro unidades".

Pese a esta reacción española, en Austria se ha iniciado una operación para retirar de la venta al público pepinos, tomates y berenjenas de 33 tiendas que adquirieron productos a dos mayoristas de verduras alemanes, quienes a su vez habían comprado productos españoles en los que se encontró la bacteria. Así lo anunció la directora general de Salud Pública, Pamela Rendi-Wagner, ante el temor de un contagio de la epidemia desatada en Alemania por el brote de una variante de la citada bacteria, que en ese país ha causado ya diez muertos y cerca de un millar de afectados.

Fueron los mayoristas alemanes los que avisaron a los comerciantes austríacos e iniciaron una acción de retirada de productos, después de que las autoridades sanitarias alemanas anunciaran que el brote infeccioso tiene su origen en pepinos procedentes de España comercializados a través del mercado central de Hamburgo. "Suponemos que las tiendas ya no ofrecen esos productos, pero no podemos descartarlo", dijo ayer Rendi-Wagner a la radio pública ORF.

El Ministerio austríaco de Sanidad ha instado a los consumidores a destruir, y de ninguna manera comer los pepinos, tomates y berenjenas procedentes de España que adquirieron en las citadas tiendas, todas especializadas en productos orgánicos y cuya lista ha sido publicada por la Agencia Austríaca para la Salud y la Seguridad Alimenticia (AGES). Desde hoy, esos comercios serán inspeccionados por las autoridades.

Según la agencia austríaca APA, hasta ahora, en Austria se registraron tres casos de personas afectadas, y en los tres se trata de ciudadanos alemanes, que han sido internados en hospitales austríacos, si bien uno de ellos se ha recuperado y ha sido dado de alta.

Una de las afectadas es la atleta vallisoletana Elena Espeso, que permanece ingresada como consecuencia de la bacteria en un hospital de Hamburgo (Alemania), donde acudió para disputar al pasado domingo 22 el maratón de esta ciudad. Espeso ha explicado que le han diagnosticado mediante una analítica que padece esta bacteria y ha precisado que se encuentra "bien" y espera que en las próximas horas los análisis de sangre a los que está siendo sometida diariamente revelen que la bacteria ya no está en su organismo.

Mientras, la Comisión Europea espera recibir mañana o el miércoles los resultados de los análisis realizados en las dos explotaciones de Almería y Málaga sospechosas de haber distribuido los pepinos causantes del brote.

La consejera de Agricultura y de la Junta de Andalucía, Clara Aguilera, se reunirá hoy con representantes de organizaciones agrarias y afectados del sector hortofrutícola para analizar la situación.