Los síntomas de estrés postraumático que afectan a vecinos de Lorca tras los terremotos del 11 de mayo deberían desaparecer cuando pasen entre dos y tres meses de la catástrofe, según ha estimado hoy la psicóloga del servicio de emergencias 112 María Antonia Soto.

Ha añadido que la sintomatología de la población de Lorca tras los seísmos "está evolucionando dentro de la normalidad" y ha recordado que en los primeros días tras la tragedia se presentaron sobre todo cuadros de crisis de ansiedad.

La reexperimentación de momento de los terremotos al caer la tarde, en coincidencia con el momento en el que se produjeron, y sentimientos de irrealidad y miedo fueron "síntomas normales en esos primeros momentos".

Según la experta, la sintomatología de estrés postraumático debería remitir cuando transcurran dos o tres meses de la fecha de los terremotos, pero si persisten sería conveniente realizar un diagnóstico más específico de los casos.

Soto, que ha asistido junto con otras decenas de psicólogos a damnificados de Lorca, ha dicho también que con el paso del tiempo pueden aflorar cuadros psicopatológicos previos que las personas tuvieran antes de los terremotos y que se acentúen tras la experiencia traumática de los seísmos.

En las terapias individuales y de grupo que se desarrollan en Lorca tras los terremotos con profesionales vinculados al 112 y al Colegio de Psicólogos de la Región se ofrecen herramientas de autoayuda.

Entre ellas se aconseja que los afectados intenten recuperar, en la medida de lo posible, los hábitos previos a los terremotos y que prueben a hacer aproximaciones paulatinas a lugares que puedan provocar aversión porque fueron en los que les sorprendieron los temblores de tierra.

"Cuanto más tiempo se prolongue el hecho de enfrentarse a situaciones que dan miedo, más difícil será superarlas", ha dicho Soto, que también ha indicado que en las terapias los psicólogos ofrecen técnicas para combatir el miedo como la "detención del pensamiento" y fórmulas de respiración abdominal para combatir la ansiedad.

Sobre la vulnerabilidad psicológica de los niños, ha señalado que "tienen buena reacción si se hacen buenas intervenciones con ellos" y ha ligado su reacción ante la situación traumática al comportamiento de los adultos que les rodean, a los que ha recomendado que los terremotos no se conviertan "en un tema tabú" y que les permitan expresar sus emociones a los más pequeños.

Las intervenciones de los psicólogos en Lorca en las dos semanas posteriores a los terremotos han llegado a una población de unas 700 personas.