Unos 250 expertos de cerca de 80 países debaten hoy y mañana la importancia de aumentar el papel de las reservas de la biosfera en la protección del medio ambiente y en la adaptación al cambio climático en una conferencia internacional inaugurada hoy en la ciudad germana de Radebeul.

El encuentro, que lleva por título "Para la vida, para el futuro. Las reservas de la biosfera y el cambio climático", se celebra con motivo del 40 aniversario del programa de la UNESCO "El hombre y la biosfera" (MAB, por sus siglas en inglés).

"Las medidas para la protección del medioambiente se deciden a nivel político, pero deben ser implementadas en paisajes muy diferentes, en los que vive gente muy diversa. Para que estas medidas tengan éxito, la población debe participar", señaló Natarajan Ishwaran, responsable del programa.

Para el secretario de MAB, "las reservas de la biosfera se distinguen por implicar in situ a la gente en las decisiones".

"Existen reservas de la biosfera en todo el mundo con experiencias prácticas convincentes, y otras regiones deberían sacar provecho", señaló.

Entre los temas centrales de la conferencia, inaugurada por la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, y la secretaria de Estado del Ministerio de Medioambiente germana, Ursula Heinen-Esser, figuran el uso de la tierra, las energías renovables, la biodiversidad y su relación con el cambio climático.

A continuación, se reunirá el Consejo Internacional de Coordinación del MAB que entre otros puntos de la agenda decidirá sobre la inclusión de nuevas zonas en la red de reservas de la biosfera de la UNESCO, resultado que se dará a conocer este jueves.

En la lista de candidatos, que abarca 20 regiones en Europa, América, África y Asia, figuran entre otros el Corredor Biológico Nevados de Chillán - Laguna del Laja, situado en la Patagonia chilena y caracterizado por su abundancia de especies endémicas.

El Consejo Internacional de Coordinación recomienda además la inclusión del archipiélago portugués de las Berlengas, un pequeño grupo de islas y rocas en el Atlántico, y de la ciudad de Peniche, en la costa lusa, caracterizados por sus entornos geofísicos y ecológicos únicos.

Queda postergada la decisión sobre la propuesta de El Salvador, Guatemala y Honduras sobre una reserva de la biosfera trinacional, considerada una gran contribución para la implementación del Corredor Mesoamericano, a falta de una propuesta única acordada por los tres Estados.

También se queda fuera la propuesta portuguesa de una reserva biológica en la ciudad de Santana, caracterizada por una rica fauna y flora con un elevado grado de endemismo y una representación integral de la zonas ecológicas relevantes de la isla de Madeira.

A pesar de su interés, el Consejo Internacional de Coordinación recomendó ampliar la zona de la biosfera para garantizar el cumplimiento de su función.