El Gobierno turco convertirá en un museo de la democracia la histórica isla-prisión de Yassiada, frente a Estambul, donde un primer ministro y dos de sus ayudantes fueron condenados a muerte en 1961.

Según informaron hoy medios turcos, el ministro de Cultura, Ertugrul Günay, anunció el martes que en la isla, situada en el Mar de Mármara, serán construidos un museo y varias instalaciones turísticas, en el que fue uno de los escenarios del golpe de Estado de 1960, el primero que sufrió la democracia instaurada en Turquía tras la Segunda Guerra Mundial.

El 27 de mayo de 1960, los tanques tomaron las calles de todo el país para deponer al Gobierno de Adnan Menderes, un popular primer ministro conservador que gobernaba desde 1950 tras su victoria en tres elecciones consecutivas.

A pesar de los intentos de mediación del Papa Juan XXIII, la reina Isabel II de Inglaterra y los Estados Unidos, la Junta Militar turca sometió al Ejecutivo a un juicio farsa en las instalaciones militares de la isla de Yassiada y terminó condenando a muerte a Menderes y a dos de sus ministros.

Ahora, la sala de deportes donde fue juzgado Menderes y la cárcel en la que estuvo preso serán rehabilitadas para darles la apariencia que tenían en la década de 1960 y los objetos personales de los políticos juzgados serán expuestos en un museo.

Esta iniciativa contrasta con las demandas aún no cumplidas de convertir en museos estatales el Hotel Madimak de Sivas, donde 37 intelectuales y artistas de la minoría izquierdista aleví (chiíes heterodoxos) fueron asesinados en 1993 por una turba islamo-nacionalista, y la Prisión de Diyarbakir, donde numerosos prisioneros políticos, en su mayoría kurdos, fueron torturados durante el golpe de Estado de 1980.

Otra de las islas del Mar de Mármara que aún sigue siendo una isla-prisión es Imrali, donde se ejecutó la sentencia a muerte de Menderes y sus ministros, y donde está encarcelado el líder del grupo armado kurdo PKK, Abdulá Öcalan.