La creciente precarización de las condiciones de trabajo -temporalidad y desempleo- hace que la vida se vuelva también precaria. Así lo expuso ayer en la Universidad de Verano de Adeje Jorge Rodríguez, profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna, quien aseguró que "ya se han detectado y acreditado" trastornos asociados a este fenómeno, tales como un incremento de la ansiedad, la depresión, el consumo de drogas y la siniestralidad laboral.

Estas condiciones de trabajo impiden la adopción de decisiones vitales o planes, generan estrés -que el especialista definió como "sufrimiento laboral"- y éste, a su vez, crea esos problemas.

La modificación y mejora de las circunstancias que dan lugar a dichos males es la única forma de paliarlos, advirtió Rodríguez, que participó en el curso "La salud mental en tiempos críticos". El docente universitario reclamó, por ello, la intervención de los poderes públicos para que "regulen y refuercen los derechos de los trabajadores en lugar de debilitarlos".