La falta total de información sobre lo que ocurre a bordo del petrolero "Mattheos I", secuestrado la madrugada del pasado miércoles por piratas a unas 50 millas de la costa de Togo, contribuye a aumentar la desesperación de los familiares de los marineros del buque, entre los que figura Manuel Bilbao, residente en el municipio tinerfeño de Santa Úrsula, así como otros cuatro ciudadanos gallegos y una persona chilena con doble nacionalidad.

Pese a que el Gobierno español, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, confirmó ayer que ya están iniciadas las gestiones con autoridades diplomáticas de varios países del Golfo de Guinea, entre ellos Ghana, Togo, Benin y Nigeria, aún no se ha podido averiguar el paradero del petrolero, así como el estado de los miembros de la tripulación.

En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, dirigido por Trinidad Jiménez, señaló que se están realizando "todas las acciones necesarias con la máxima discreción con el objetivo de asegurar la integridad física de los españoles y conseguir su pronta liberación".

Desde que se tuvo conocimiento de lo sucedido, el Ministerio, tanto a través de la Embajada en Accra (Ghana) y de otras sedes diplomáticas en la zona, así como de la Unidad de Emergencia Consular, "viene realizando gestiones para esclarecer los hechos y conocer la situación de los españoles a bordo", señala el comunicado.

Pero las acciones del Ejecutivo español no se han limitado a aspectos diplomáticos, sino que, según informó ayer a EL DÍA Sheena Campbell, portavoz de la operadora propietaria del buque Consultores de Navegación, "la Armada Española está ayudándonos con sus aliados, así como la Armada Nigeriana, para que se solucione esta situación".

Además, la Armada de Benin también está actuando en la localización y liberación del buque, aunque en la tarde de ayer aún no se había podido contactar con el petrolero.

Según destacó Campbell, los hechos ocurrieron a las 2:00 horas del miércoles, cuando el petrolero fue abordado por piratas cuando realizaba la operación de trasvase de gasoil a otro buque noruego a 50 millas del citado país.

Desde el momento del abordaje, los "piratas" cortaron todos los sistemas que permiten la conexión con la embarcación capturada, algo que al cierre de esta edición no se había restablecido.

El buque, con una capacidad de 46.000 toneladas métricas, zarpó desde Rotterdam (Países Bajos) con destino a la capital de Togo, Lome.

La representante de la empresa aseguró que ya se han puesto en contacto con el buque noruego, que no sufrió ningún tipo de asedio, para recabar información de cómo se produjeron los hechos y qué tipo de piratas protagonizaron el abordaje.

Pese a conocer esta información, Sheena Campbell señaló que se está intentando llevar el asunto con la máxima confidencialidad.

"No queremos que se hable mucho de este caso para que esto acabe bien y nuestra tripulación no sufra daño alguno", señaló la portavoz empresarial, quien destacó que la naviera espera que la captura dure unos cuatro o cinco días.

En este sentido, indicó que la sociedad Consultores de Navegación está en continuo contacto con los familiares de los miembros de la tripulación. Sin embargo, hasta la noche de ayer, la pareja de Manuel Bilbao, padre de dos niños de un año recién cumplido, pese a las llamadas de apoyo tanto del Ejecutivo central como del regional, no había recibido noticias sobre el estado de Manuel ni sobre el paradero del petrolero.

aislamiento

Nadie sabe lo que ocurre en el barco

El viceconsejero de Acción Exterior del Gobierno canario, Cándido Padrón, mantuvo ayer contacto directo con los responsables de gestionar el asunto en el Ministerio de Asuntos Exteriores, a la vez que habló varias veces con el hermano de la pareja sentimental de Manuel Bilbao, el vecino de Santa Úrsula que permanece retenido a bordo del petrolero "Mattheos I" a más de 50 millas de la costa de Togo. Dicho portavoz de la familia se ha limitado a agradecer los datos que le ofrecen desde el Gobierno español y el Ejecutivo autónomo.

Cándido Padrón reconoció que, hasta la tarde de ayer, nadie sabía con certeza qué está ocurriendo en el interior del petrolero de bandera y armador chipriotas. El motivo es que los "piratas" supuestamente desconectaron los sistemas de telecomunicaciones de la embarcación, como la radio o el sistema de localización por satélite (GPS). Padrón explicó que ningún grupo armado había reivindicado el asalto. Además, el viceconsejero dijo que, para la familia, resulta desesperante no tener datos precisos del suceso.

opciones

Más seguridad para los buques

Miguel Salvatierra, autor del libro "El negocio de la piratería en África", aseguró ayer a EL DÍA que considera necesario que el Ejército español y las navieras que operan en el Golfo de Guinea adopten medidas de seguridad preventivas similares a las que se aplicaron en su momento a aquellas embarcaciones que surcaban las aguas del océano Índico y podían ser potenciales víctimas de los piratas en aguas próximas a Somalia. En este sentido, el especialista comenta que estos últimos piratas se benefician de la existencia de un "estado fallido" en Somalia, por lo que pueden actuar con más facilidad a la hora de desembarcar o esconderse. Sin embargo, señala que en los países bañados por las aguas del Golfo de Guinea resultarán más fáciles las acciones contra los delincuentes. Salvatierra apunta que, en este tipo de hechos, si las víctimas no ofrecen resistencia, no suele haber heridos graves o fallecidos en los abordajes. No obstante, este experto indica que "eso es lo previsible", porque lo cierto es que nadie sabe con certeza qué está pasando en el petrolero "Mattheos I" desde la madrugada del pasado miércoles. En lo que va de año ha habido un total de 19 acciones similares, según trascendió ayer.

Según el autor de "El negocio de la piratería en África", los robos, asaltos, secuestros o extorsiones a embarcaciones en el Golfo de Guinea son un fenómeno creciente y cita la peligrosidad de algún grupo independentista regional. Sin embargo, considera que tales acciones no tienen tanta trascendencia como los ocurridos frente al "Cuerno de África", donde actualmente se estima que hay 500 personas secuestradas. Salvatierra recordó que, hace algún tiempo, el capitán español de un mercante sufrió un caso de extorsión por parte de unos individuos que se hicieron pasar por policías frente a la costa de Guinea Conakri.