Aunque el bronceado del que todos presumimos después de las vacaciones pueda hacernos parecer más saludables, la realidad es que la radiación ultravioleta provoca alteración en la piel, que también es agredida por la escasa humedad ambiental, el cloro de las piscinas y la sal del mar. Por ello, es necesario que tras los excesos de la etapa estival tomemos una serie de medidas para recuperar la estructurar cutánea.

El dermatólogo del Hospital USP La Colina Antonio Bello asegura que el comienzo del otoño es un buen momento para visitar al especialista, "no solo para cuidar la piel o por una cuestión de estética, sino también para averiguar si ha habido variaciones en las lesiones que ya teníamos o se ha producido alguna patología por el sol". A este respecto destacó la importancia de hacer especial seguimiento a los lunares o nevus que tenemos en el cuerpo, por si han sufrido algún cambio, ya que ello puede indicar la presencia de un melanoma.

El especialista explica que si no tomamos precauciones, los rayos ultravioletas pueden provocar quemaduras en las zonas más expuestas de nuestro cuerpo; pero, si la exposición se prolonga en el tiempo, también causan fotoenvejecimiento, cáncer de piel e, incluso, modificaciones en la respuesta inmunitaria de nuestro organismo.

Afirmó que las manifestaciones que más destacan del fotoenvejecimiento son la sequedad, la pigmentación irregular, la formación de arrugas profundas, la pérdida de elasticidad y la dilatación de los pequeños vasos de la piel. "Aunque el mejor cuidado es la prevención durante el verano por medio de la utilización de filtros solares con un índice de protección 50, así como el uso de ropa adecuada y de gafas de sol; las alteraciones de la piel producidas en el verano no se deben descuidar", subrayó el especialista, quien indicó que la sequedad se debe tratar con cremas hidratantes, que restablecen el factor natural de hidratación de la piel.

Cremas con vitamina A

"Previo a su uso -precisó- debemos utilizar sustitutivos sintéticos del jabón que mantienen el ph ácido y eliminan las secreciones de sebo y sudor, así como los productos de descomposición de estas secreciones, las sustancias del ambiente y las células muertas de la capa más externa de la epidermis".

El doctor de USP La Colina expuso que si nos centramos en el cuidado y tratamiento farmacológico de la piel después del verano, debemos continuar usando fotoprotectores en las áreas expuestas, a pesar de que la intensidad solar sea menor.

Asimismo, recomienda la utilización de cremas que contengan retinoides, es decir, derivados de la vitamina A, como son la tretinoina y el retinaldehído, que producen una disminución de la arruga fina, una mejor redistribución del pigmento cutáneo y una disminución de la presencia de lesiones precancerosas como la queratosis actínica o solar.

"El ácido retinoico o tretinoína actúa como restaurador cutáneo", apuntó el especialista, quien indicó además que en la dermis estimula la acción de los fibroblastos y la producción de colágeno, que deriva en una disminución de la arruga gruesa y mejora la vascularización de la piel.

El dermatólogo de USP La Colina dijo que también se utilizan otros derivados de la vitamina A como el retinaldehído, que, aunque es menos eficaz, está especialmente indicado para pieles sensibles.

"Además, disponemos de los hidroxiácidos, como el ácido glicólico, el ácido láctico y el ácido salicílico. Sustancias que producen una exfoliación superficial de la piel y, a nivel de la dermis, glicosaminoglicanos", añadió el doctor Bello, para luego apuntar que tras el verano es un buen momento para tratar las pieles más dañadas con peeling o exfoliaciones químicas, que consisten en la aplicación sobre la piel de un agente químico irritante o cáustico para eliminar la epidermis y, a veces, la dermis superficial, dando lugar a la formación de nuevas capas de mayor calidad.

"Una estrategia interesante en el cuidado y tratamiento de la piel durante y después del verano es la administración por vía oral de sustancias antioxidades como la vitamina C, la vitamina E y los B-carotenos, que sirven de apoyo a los mecanismos endógenos de defensa contra los radicales libres", afirmó Bello.

Asimismo, Antonio Bello señaló que en la actualidad los especialistas disponen de multitud de terapias para el rejuvenecimiento cutáneo como el láser CO2 y el Erbio (tecnología pixelada o fraxel), la luz pulsada y, dentro de los tratamientos biológicos, la utilización de materiales de relleno como el ácido hialurónico y las infiltraciones con toxina botulínica para tratar las arrugas de expresión del tercio superior de la cara.

los datos

Patologías frecuentes

Pitiriasis alba: manchas blanquecinas de forma oval o redondeada, con una fina descamación en superficie y que se localizan principalmente en la cara, en la parte superior del tronco y extremidades.

Melasma: manchas pardas difusas que se manifiestan sobre todo en la cara y que pueden estar relacionadas con el embarazo y la toma de anticonceptivos.

Léntigos solares: manchas de color marrón o amarillo parduzco. Suelen localizarse en el dorso de manos o en la cara.

Infección por hongos: esta infección es más frecuente en verano debido al sudor y por andar descalzos en vestuarios públicos y alrededor de las piscinas.

Pitiriasis versicolor: micosis del verano que se ve favorecida por el calor y la humedad y que se manifiesta con manchas redondas, bien definidas, con escamas finas en superficie.