El 75 % de los donantes de órganos en España supera los 65 años, un problema para los trasplantes de páncreas ya que el donante no debe tener más de 50 años, según se ha puesto de manifiesto en la presentación del XVIII Reunión Nacional de Cirugía, que comienza hoy en Pamplona.

Este es uno de los asuntos que se tratarán en los tres días que dura la reunión, que organiza la Asociación Española de Cirujanos y en la que participan 120 ponentes de Europa, EEUU y Colombia.

Eduardo Martín Escobar, miembro de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), ha explicado en rueda de prensa que, aunque España es líder en donaciones de órganos y uno de los cuatro países que más trasplantes realiza, en 2010 se produjo un descenso de unas 100 donaciones hasta situarse en torno a las 1.500.

Y, aunque este año la cifra ha repuntado y las previsiones indican que se superará el máximo alcanzado en 2009, cada vez hay que optimizar más la búsqueda de donantes a causa del descenso de fallecimientos por los accidentes de tráfico en carretera.

Esto ha motivado que se recurra con más frecuencia al donante por hemorragia cerebral o accidente cardiovascular, lo que ha envejecido la edad media del donante y creado dificultades en trasplantes como los de páncreas, órganos que no deben superar los 50 años.

Para solucionarlo, se ha abierto una nueva línea de investigación, todavía en fase experimental en todo el mundo, consistente en trasplantar sólo la parte del páncreas que produce insulina, los llamados islotes pancreáticos.

Sin embargo, Martín Escobar ha señalado que, aunque los resultados "son esperanzadores, no son excelentes, ya que el paciente debe seguir con un tratamiento de insulina, y, además, por cada trasplante de islotes se necesitan entre dos y cuatro páncreas".

El trasplante de este órgano está indicado para pacientes diabéticos con insuficiencia renal y es el único método terapéutico capaz de controlar esta patología sin necesidad de tratamiento con insulina, lo que evita las complicaciones crónicas asociadas, como las afectaciones del riñón, neuronales, cardiacas o de retina.

Anualmente se realizan unas 100 intervenciones de este tipo, gracias a que, en la última década, han mejorado notablemente los avances en el tratamiento inmunosupresor, que minimiza los rechazos.

Esto ha situado la tasa de supervivencia de trasplantados de páncreas en el 90 por ciento en el primer año y en el 70 en los primeros cinco años.

Escobar ha remarcado que el tratamiento ideal es el trasplante combinado de páncreas y riñón, un órgano este último cuyo trasplante desde un donante vivo se ha facilitado gracias a la cirugía laparoscópica, que reduce la morbilidad y posibilita la extracción casi en régimen ambulatorio.

Pero, dado el problema de la escasez de estos órganos, se está trabajando en los últimos años en la terapia de la diabetes con células madre, de modo que se creen células que generen insulina una vez implantadas, lo que, además, permitiría elaborar tratamientos a la medida, con la consiguiente neutralización del rechazo.

"Es una alternativa al trasplante, pero todavía es del futuro", ha recalcado Martín Escobar.