El Hospital Clínic de Barcelona ha desarrollado los primeros biomarcadores de imagen para el diagnóstico precoz de daño cerebral en niños, que se producen en entre un 10% y 12% de los bebés, de los que se calcula que cerca de la mitad sufrirán trastornos de aprendizaje en el futuro.

Así lo anunciaron ayer el jefe de Servicio de Medicina Maternofetal del Clínic y jefe del grupo de investigación de Medicina Fetal y Perinital del Idibaps, Eduard Gratacós, y el director de Ciencia, Investigación y Medio Ambiente de la Obra Social La Caixa, Enric Banda, que ha financiado el proyecto de investigación con 1,2 millones de euros.

El avance es significativo, puesto que constata que se pueden demostrar problemas cerebrales, que permiten aplicar estrategias preventivas para evitar problemas de desarrollo futuros, en la senda de la medicina preventiva y personalizada, señaló Gratacós.

Los biomarcadores que inducen el daño cerebral se consiguen mediante una resonancia magnética a los bebés de un año con el objetivo de estudiar el "cableado cerebral de los niños" -sustancia blanca neuronal del cerebro- y, posteriormente, con un análisis complejo y detallado a cargo de biólogos e ingenieros quienes identifican la existencia de alteraciones, ha reseñado el pediatra.

Los expertos estudian qué áreas del cerebro presentan anomalías y son capaces de predecir en un 94% de los casos qué niños tendrán un test anormal en dos años. Esta prueba, que podría ser una realidad clínica en cuatro o cinco años, se dirige solo a bebés prematuros extremos y a bebés con problemas de crecimiento en el seno materno.