Ayudar a abordar algunos de los problemas mundiales más urgentes es uno de los objetivos de la compañía Microsoft. La aplicación de su experiencia y de sus conocimientos junto con sus alianzas y "el poder del software" pueden hacer frente a estos desafíos. Uno de estos retos es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, más conocido como el virus del SIDA.

Por este motivo, Microsoft está ayudando a varios centros de investigación para descubrir una vacuna eficaz que logre combatir este virus, que en la actualidad no tiene cura. En esta investigación, Microsoft utiliza su experiencia en la construcción de filtros antispam para correo electrónico para encontrar una solución.

Al igual que con otros proyectos de investigación científica en los que ha colaborado la empresa de Redmond, este trabajo se lleva a cabo en colaboración con otros expertos en la materia. Microsoft colabora en este proyecto con el Instituto Ragon del Hospital General de Massachusetts y con la Universidad de KwaZulu-Natal. A ellos se suman el Centro para el Programa de Investigación del SIDA en Sudáfrica y el Instituto de Investigación de la Tuberculosis y el VIH en la provincia de KwaZulu-Natal.

Este programa de pruebas genera grandes cantidades de datos y el análisis de estos datos es lo que presenta un gran obstáculo. Ahí es donde participan David Heckerman y Jonathan Carlson de Microsoft Research, junto con la herramienta de Biología Computacional de Microsoft.

HERRAMIENTA ''PHYLOD''

EL software ''PhyloD'' permite analizar los datos de manera eficiente para realizar un análisis específico de la célula y así analizar los patrones del virus al detalle para su posterior análisis.

''PhyloD'' contiene un algoritmo de herramientas, código y visualización para llevar a cabo el reconocimiento de patrones complejos y análisis, que permite a Heckerman y su equipo ver diferentes sistemas inmunológicos individuales y así responder a las muchas mutaciones del virus.

Por lo general, la potencia de cálculo necesaria para procesar el número de variables y las posibles correlaciones llevaría años, pero con la colaboración de la herramienta ''PhyloD'' con el centro de computación de alto rendimiento de Microsoft, este trabajo se puede hacer en unas horas.

"Todo lo que aprendemos aquí va a ser aplicable no sólo al virus del SIDA sino para el cáncer de mama y el cáncer de próstata y, en última instancia, va a cambiar la forma de practicar la medicina", asegura el profesor Bruce Walker del Instituto Ragon del Hospital General de Massachusetts.