La presidencia sudafricana de la XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) apeló ayer a los delegados de 195 países a "mirar más allá por el bien de la humanidad" y a aprobar los cuatro borradores de acuerdo de la cumbre de Durban, unos documentos que al cierre de esta edición no habían logrado un consenso.

La ministra de Relaciones Exteriores sudafricana, Maite Nkoana-Mashabane, blanco de críticas por los grandes retrasos en la cumbre, que debía haberse cerrado el viernes, dijo que el borrador de acuerdo "cumple todos los requisitos de un paquete de compromiso para lograr un resultado importante en Durban".

Su intervención se produjo después de dos semanas de negociaciones e intensas conversaciones entre una veintena de ministros representativos sobre los detalles técnicos, así como el marco temporal y legal de los principales acuerdos que debe adoptar la cumbre.

Mashabane ha sido señalada como responsable de la lentitud de los progresos en la conferencia.

La ministra no entregó las propuestas de texto a los ministros hasta la noche del viernes.

Tras su discurso se abrió la sesión plenaria en la que los distintos países deben hacer sus comentarios, aunque para que un texto sea rechazado debe contar con la oposición expresa de un país.

Los cuatro textos son el borrador de enmienda del Protocolo de Kioto, un borrador de modificaciones en el sistema que rige a los países de la Convención, otro sobre el Fondo verde para el Clima y el encaje de todos estos mecanismos en un marco legal.

Los delegados ahora podrán hacer sus comentarios sobre los textos, pero solo serán rechazados si expresan abiertamente su oposición.

La presidencia sudafricana de la cumbre sobre el clima retrasó ayer, después del retraso del viernes, hasta las 17:00 horas local (15:00 horas GMT) una reunión de consultas con 50 países representantes de los 195 que buscan contrarreloj un acuerdo sobre cambio climático en Durban (Sudáfrica).

El nuevo retraso fue comunicado a la prensa por la Unión Europea (UE) que expresó su "preocupación" ya que obligará seguramente a algunos de los ministros de los países en desarrollo a abandonar Durban antes de concluir las negociaciones.

La Haya, el precedente

Los responsables sudafricanos no pudieron ser contactados por teléfono para confirmar la noticia.

La secretaria de Estado española de Cambio Climático en funciones, Teresa Ribera, será una de las responsables políticas que se verá obligada a dejar la cumbre.

Ribera calificó de "preocupante" el que la presidencia sudafricana dilatara hasta el viernes el acceso a los textos de la negociación, lo que dificultó las conversaciones en momentos como anoche, cuando se vislumbraba una gran "oportunidad" de alcanzar un acuerdo.

Está previsto que el plenario en el que debe debatirse y aprobarse lo negociado ayer no empiece hasta que finalicen las consultas con los 50 países, lo que puede poner en peligro la cumbre.

Sin embargo, una fuente de la UE dijo que ellos se quedarían, porque "al final del día queremos un acuerdo", aunque reconoció que en caso de faltar muchos ministros el resultado podría quedar aguado.

Aunque en Durban nadie habla de ello, en 2000 en la cumbre sobre el clima de La Haya fue suspendida por falta de tiempo. La conferencia de Durban, que comenzó el 28 de noviembre y debía finalizar el viernes, tiene como objetivo lograr un segundo periodo para el Protocolo de Kioto.