El británico David Mills, exabogado de Silvio Berlusconi, aseguró hoy que se inventó la historia sobre el dinero que supuestamente recibió del ex primer ministro italiano para mantenerle "fuera de un mar de follones" y que pudo dar lugar a una corrupción en acto judicial.

El letrado británico compareció hoy en videoconferencia desde Londres en una nueva vista del juicio Mills en el Tribunal de Milán, en el que Berlusconi está acusado de corrupción en acto judicial por haber pagado supuestamente 600.000 dólares al abogado para que este falseara su testimonio en dos procesos de los que salió absuelto.

Mills negó la versión que había dado en una carta a su gestor en 2004, en la que aseguraba que esos 600.000 dólares los recibió de Carlo Bernasconi, exdirectivo del grupo empresarial de Berlusconi, de parte del propio entonces primer ministro italiano.

Y aseguró, en un testimonio que escuchó el propio Berlusconi en directo en el aula del Tribunal de Milán, que esa "peligrosa invención" la hizo porque temía al fisco británico, pues el dinero provenía de una minuta en negro del armador italiano Diego Attanasio.

"Me avergüenzo de tener que decirlo, pero encontré la solución para conectar esta historia con Bernasconi, amigo muy cercano que había muerto dos años antes", confesó en declaraciones que recogen los medios italianos, el abogado británico, quien aseguró que Berlusconi es "totalmente inocente".

"No conseguía dormir de noche. Estaba en un gravísimo estado de confusión mental. Quería demostrar al fisco británico que esos 600.000 dólares eran un regalo y no formaban parte de mi renta", agregó Mills, quien indicó que no quería crear más problemas con la Justicia a Attanasio, que "ya tenía los suyos propios".

La versión ofrecida este jueves por Mills es la misma que ha mantenido Berlusconi desde que se inició el proceso, que tuvo que ser dividido en 2008 en dos juicios paralelos debido a que una ley de inmunidad permitió que quedara suspendido el caso contra el entonces primer ministro.

El juicio a Mills continuó de modo normal y el abogado británico fue condenado a 4 años y medio de cárcel por corrupción en acto judicial en primera y segunda instancia en 2009, pero el Tribunal Supremo declaró prescrito el delito en febrero de 2010, algo que puede ocurrir con el caso de Berlusconi si no se llega a una sentencia antes del próximo marzo.

El pasado 18 de junio Attanasio negó en el Tribunal de Milán todos los argumentos esgrimidos por la defensa de Berlusconi y afirmó que el dinero que recibió Mills no era suyo y que además desconocía los movimientos financieros que pudiera hacer el letrado británico.

Al término de la audiencia de este jueves, el ex primer ministro italiano confesó ante los periodistas que le aguardaban a la salida sentirse "muy aliviado" por el testimonio de Mills, con el que, según él, se pone fin a este caso.

"Finalmente ha salido a la luz de un modo evidente el recorrido y el comportamiento del abogado, que ha obtenido de un cliente suyo una compensación y ha intentado no pagar al fisco más del 50 por ciento", comentó Berlusconi.

El caso Mills es uno de los tres juicios que Berlusconi tiene abiertos en Milán, además del caso Ruby (incitación a la prostitución de menores y abuso de poder) y Mediaset (fraude fiscal), y que se suman a la audiencia preliminar del caso Unipol (participación en la revelación de secreto profesional).