La crisis económica ha provocado un aumento en el mundo de los adolescentes de entre 15 y 18 años que desempeñan "trabajos peligrosos" en sectores como la construcción, la agricultura o la minería, porque son una mano de obra "más barata".

Así lo puso de manifiesto ayer el director de Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España, Joaquín Nieto, durante la presentación de los resultados de la octava fase del programa "Scream", una campaña para la sensibilización de escolares frente a la explotación infantil.

En la actualidad hay 215 millones de niños que están "atrapados" por el trabajo infantil, y de ellos 115 millones trabajan en lo que Nieto consideró "peores formas de trabajo infantil".

"Trabajo peligroso puede ser el que se desarrolla en el campo, porque están expuestos a contaminantes químicos, en la construcción, en las minas", explicó el director de la OIT en España, quien apostilló que se incluyen todos los que conllevan manipulación de cargas, posturas forzadas o prolongación de jornada.

En concreto, en la agricultura hay una mayor concentración de trabajo infantil peligroso con un 59%, un 30% en el sector servicios y el 11% en la industria, según datos de la OIT.

Si bien el número de niños menores de quince años que trabajan ha disminuido en los últimos años, está bajada se está ralentizando: de 2000 a 2004 bajó un 10%, pero entre 2004 y 2008 solo lo hizo en un 3%.

No obstante, Nieto sostuvo que el hecho de que disminuyan los menores de quince años que trabajan "hace albergar esperanzas" de que en 2016 se haya conseguido erradicar totalmente el trabajo infantil o al menos "reducir sensiblemente" la cifra.

Respecto a los adolescentes de entre 15 y 18 años, el porcentaje aumentó un 20% entre 2004 y 2008 y aunque en los años posteriores hasta el actual no hay cifras totales, "con datos parciales" se aprecia "un aumento en todo el mundo, incluido en los países desarrollados", apuntó el representante de la OIT.

"En EEUU y en Europa hemos visto que ha crecido la incorporación de niños en edad legal de trabajar pero en trabajos peligrosos. Una cosa es que a partir de los 16 años se pueda trabajar, pero de 16 a 18 años no se puede hacer en trabajos peligrosos", reiteró Nieto.

El director de la OIT en España afirmó que los niños "no son adultos pequeños" y tienen una configuración biológica muy diferente -"su piel es más fina, sus procesos endocrinos y el metabolismo son diferentes, el desarrollo óseo es diferente"-, por lo que determinados trabajos "pueden afectar gravemente a su desarrollo".

Nieto hizo un llamamiento a los gobiernos de todo el mundo y a las organizaciones sindicales para que "redoblen" sus esfuerzos con el fin de erradicar el trabajo infantil y a las empresas "para que sean responsables".

Datos de la OIT revelan que el trabajo infantil mata cada año a 22.000 menores y muchos más padecen lesiones o enfermedades. La tasa de lesiones y fallecimientos en el trabajo es superior a la de los adultos y cada minuto hay un niño que sufre un accidente, patología o trauma psicológico.