El empresario Werner Otto, fundador de una de las empresas líder en Alemania de venta por catálogo, murió el pasado miércoles rodeado de su familia en Berlín a la edad de 102, anunció hoy el grupo que lleva su apellido, con sede en Hamburgo.

Otto fundó en 1949 su empresa de venta por catálogo que a mediados de la década de 1960 se había convertido ya en uno de los principales referentes en el sector.

El grupo se convirtió en los años 80, ya en manos de su hijo mayor, Michael, en un consorcio internacional.

Entre tanto, el fundador del gigante de venta por catálogo impulsó paralelamente otro negocio exitoso, su propia empresa inmobiliaria, que actualmente constituye la sociedad gestora líder de centros comerciales en Europa (ECE).

"Siempre se ocupó del futuro y fue extraordinariamente activo en el ámbito empresarial. El ser humano siempre estaba en el centro de sus actividades, siempre estuvo comprometido a nivel social, y para mí fue siempre un interlocutor muy valioso y una persona de confianza", declaró Michael Otto sobre su padre.

También su hijo menor, Alexander, presidente de ECE, destacó la capacidad emprendedora de Otto, que siempre le sirvió de "inspiración y estímulo".

Este "titán de la economía de mercado", como lo calificó en su día la canciller germana, la cristianodemócrata Angela Merkel, se desempeñó a lo largo de su vida como mecenas en proyectos sociales y culturales y fue condecorado con importantes distinciones nacionales e internacionales.

"Hamburgo pierde a un respetable empresario que gracias a sus aptitudes emprendedoras y a su compromiso social ha sumado méritos para su ciudad que perdurarán en el tiempo", afirmó el alcalde de la ciudad hanseática, el socialdemócrata Olaf Scholz.

Para el alcalde-gobernador de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, "Werner Otto fue un hombre y un empresario que supo reconocer su responsabilidad social (...) y siempre mostró un gran corazón por los intereses de la región (de Brandeburgo) y, sobre todo, de Berlín".

Otto, quien deja mujer y cinco hijos, fue nombrado en 2009, dos días antes de cumplir cien años, hijo predilecto de la capital germana, donde se había establecido nuevamente una década antes.

El Senado de Berlín quiso distinguir así el amplio compromiso de este empresario, considerado el último gran emprendedor de la posguerra, como mecenas cultural.