Una investigación de la Universidad de La Laguna (ULL) confirma que no hay residuos de antibióticos en diecisiete marcas de leche dirigidas a niños y comercializadas en España.

Este estudio, realizado en colaboración con el Instituto de Investigación de Ciencias de la Alimentación (CIAL) y la Universidad Autónoma de Madrid, ha determinado que, en lo que respecta a antibióticos estas marcas de leche son seguras, ha indicado el investigador de la ULL Miguel Ángel Rodríguez Delgado.

El método que han desarrollado detecta residuos de antibióticos en este tipo de leche, que a veces se prepara con extractos de leche de vaca, explica el científico, que asegura que podrían existir componentes antibióticos si se utilizaran de forma masiva cuando hubiese enfermedades en las vacas.

"Los análisis que hemos hecho nos han proporcionado evidencias de que no existen residuos de antibióticos en este tipo de leches", afirma Rodríguez. No obstante, el investigador matiza que esto no significa que no pueda existir otro tipo de contaminantes que pudieran ser susceptibles de inseguridad alimentaria.

Por tanto, la investigación realizada solo determina que, en lo que respecta a antibióticos, las leches infantiles son seguras.

El método aplicado es rápido y utiliza un detector de compuestos que hace que la identificación sea inequívoca, destaca el profesor, que indica que, a partir de ahora, las empresas podrán utilizar este avance para hacer análisis específicos de este tipo de sustancias.

La seguridad en el consumo de alimentos infantiles es un asunto de creciente interés durante la última década. El bajo peso de los niños, unido a una alta ingesta de alimentos, los hace más vulnerables a posibles contaminantes o residuos. Este hecho es de especial importancia en los menores de dos años, dado que el consumo de alimentos puede llegar a ser, proporcionalmente, tres veces mayor al de un adulto.

Dado que, junto con la materna, las leches infantiles son los únicos productos que satisfacen plenamente las necesidades nutritivas durante los primeros meses de vida, es necesario garantizar que sean idóneas y seguras.

Este trabajo, que ha sido financiado en su totalidad por el recientemente suprimido Ministerio de Ciencia e Innovación, forma parte de la tesis doctoral del licenciado en Química Antonio Herrera Herrera, dirigida por los doctores Javier Hernández Borges y Miguel Ángel Rodríguez Delgado.