Los gatos asilvestrados se han convertido en un serio peligro para los vertebrados endémicos de Canarias, como los lagartos gigantes de Canarias, la tarabilla de Fuerteventura o el pinzón azul de Gran Canaria, especies únicas en la fauna española. Además de estas especies amenazadas, los gatos domésticos que han vuelto a adaptarse a la vida salvaje depredan granjas en La Palma, herrerillos, pardelas cenicienta y otras aves marinas de los islotes del norte de Fuerteventura y Lanzarote, donde estos felinos fueron introducidos por los pescadores para controlar las plagas de ratas y ratones, indicó el biólogo Félix Manuel Medina.

Este investigador, colaborador del Grupo de Ecología y Evolución en Islas del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC), recuerda que los gatos probablemente arribaron al Archipiélago con los conquistadores europeos y que, desde su llegada, empezaron a causar problemas a la fauna autóctona.

Los primeros estudios sobre esta problemática en las Islas se iniciaron en el año 1986, en el departamento de Zoología de la Universidad de La Laguna, que investigaba las aves marinas en los islotes orientales y observó que los gatos mermaban sus poblaciones.

"Afortunadamente", destaca Medina, estos felinos están depredando sobre todo especies de mamíferos también introducidas en las islas, como los conejos, las ratas y los ratones, y que constituyen en la actualidad casi el 80 % de su dieta.

El gato asilvestrado también se alimenta de pájaros, lagartos, lisas y perenquenes, entre otras especies, algunas de ellas amenazadas, como los lagartos gigantes de La Gomera, El Hierro y Tenerife.

Aunque coman sobre todo otros mamíferos introducidos, Medina resalta que los gatos nunca pierden su capacidad de cazador y, aunque estén saciados y alimentados por sus propietarios, siguen depredando por instinto.

El biólogo recuerda que existen 68 especies nativas depredadas por los gatos que no tienen dependencia del humano en Canarias: cinco de mamíferos, dieciséis de aves, quince de reptiles y 32 de invertebrados, proporciones "similares" a las obtenidas en otras islas del mundo.

En ese sentido, resalta que los impactos de los gatos se han detectado en al menos 120 islas de todo el planeta, sobre 175 vertebrados que están amenazados (25 reptiles, 123 aves y 27 mamíferos), según la UICN.

Medina también asegura que el gato está afectando al 8 por ciento de las especies consideradas en periodo crítico por la UICN y que, en el pasado, participó directa o indirectamente en la extinción de, al menos, 33 especies distintas de vertebrados en islas de todo el mundo.

El biólogo canario considera "un disparate" la cantidad y variedad de estos felinos que habitan en las islas, por culpa de muchas personas que, cuando no quieren las crías de su mascota, las abandonan en el campo.

"Estas prácticas habría que eliminarlas del comportamiento humano mediante la educación ambiental. Sería muy aconsejable que se esterilicen los gatos que no se quieran para la reproducción", comenta.

Pese a todo, la erradicación del gato en la zona de laurisilva canaria también provocaría el aumento de las ratas y sus ataques a las palomas endémicas y otros vertebrados, y su efecto sería peor que el mantener la presencia del felino.

"Es un tema muy complejo que merece profundizar en su estudio y su incidencia en los ecosistemas insulares", certifica.