Los españoles están expuestos en el trabajo a numerosas sustancias químicas muy tóxicas y peligrosas para el sistema neuronal y que pueden provocar, por contacto o por inhalación, dolencias leves y reversibles como cefaleas o confusión, pero también alteraciones neurológicas irreversibles como alzhéimer o párkinson. Casi un 18% de los trabajadores manipula contaminantes químicos, aunque la presencia de sustancias o combinados potencialmente peligrosos se extiende a prácticamente todos los sectores productivos.

De hecho, la exposición a sustancias químicas peligrosas causa cada año en España más muertes que los accidentes de trabajo, razón por la que desde diferentes estamentos se ha insistido en la importancia de prevenir los riesgos para aumentar la competitividad y productividad empresarial y para reducir el coste de los accidentes y de las enfermedades.

"Estamos absolutamente rodeados de un riesgo que conviene conocer", señala el neurólogo Mariano Montori, responsable del Grupo de Estudio de Neurología del Trabajo de la Sociedad Española de Neurología, quien se refiere a los estudios ya publicados en Europa según los cuales el número de muertes por "cáncer laboral" es 15 veces superior al de fallecidos por accidentes laborales.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología, los europeos manipulan en el ámbito laboral 100.000 sustancias potencialmente neurotóxicas (las combinaciones serían infinitas), pero solo un millar están convenientemente estudiadas. Para tratar de controlar todas las sustancias químicas, la UE se dotó del reglamento "Reach" (Registro, Evaluación y Autorización de Químicos) para mejorar la información existente sobre cada producto que se comercializa y elevar los niveles de seguridad para proteger la salud humana y el medio ambiente.

El reglamento establece un calendario de obligado cumplimiento para todos los productos, que comenzó en 2010 y que no concluirá hasta el año 2018.

Hasta la fecha, la gigantesca base de datos que se está generando en cumplimiento de esa reglamentación contiene información referida a más de 28.000 sustancias o componentes químicos que se comercializan en la UE.

El registro incluye incluso un índice de "sustancias altamente preocupantes", en el que se incluyen todos aquellos productos que, a juicio de la Agencia Química Europea, no deberían en ningún caso ser utilizados sin autorización, debido a sus potenciales riesgos cancerígenos o mutagénicos.

Así, Mariano Montori advierte, en declaraciones a Efe, de la importancia de conocer estas sustancias, estudiarlas y ser conscientes de sus peligros potenciales para prevenir riesgos y enfermedades, mostrándose convencido de que "Reach" "va a poner un poco de orden en todo esto", al obligar a las empresas a analizar los productos químicos que usan y a evaluar sus potenciales riesgos, y entre ellos los neurotóxicos.

Pero, a su juicio, el principal riesgo de este registro europeo es que se acabe convirtiendo en un simple automatismo, y que las empresas se limiten a comunicar lo que fabrican o las sustancias con las que trabajan, pero sin llegar a identificar y evaluar en profundidad los riesgos. La pregunta entonces es: ¿estamos en estos momentos en condiciones de conocer todo el riesgo? Montori responde: "No existe ninguna institución capaz de conocerlos y documentarlos todos. Es un trabajo ingente".