La pesca en profundidad con red de arrastre destruye con un solo barrido arrecifes de coral de hasta 8.500 años, recordó hoy en un informe la organización ecologista PEW, que recomienda a la Unión Europea (UE) eliminar progresivamente esas artes destructivas en sus aguas territoriales.

En plena negociación de la Política Pesquera Común (PCC), PEW señala que la flota pesquera de aguas profundas de la UE es una de las más grandes del mundo y que en el Atlántico nordeste, hábitat de algunas de las especies de peces de profundidad más severamente explotadas, es responsable del 75% del total de capturas.

El documento de PEW, elaborado para recomendar mejoras en la gestión de la pesca de profundidad, solicita a los países comunitarios introducir un mandato claro de gestión sostenible y contar con evaluaciones de impacto medioambiental antes de aprobar actividades de pesca de aguas profundas.

El grupo Medioambiental de PEW, con sedes en Filadelfia y Washington, en Estados Unidos, y en Bruselas (Bélgica) publicó en su página web el informe, que recoge hasta diez "reformas clave" para proteger el hábitat de las aguas profundas, aquellas por debajo de los 400 metros.

PEW exige planes de pesca más detallados, acabar con los descartes y mejorar el seguimiento y la conformidad con la normativa en el ámbito de la pesca de aguas profundas.

El documento, de 44 páginas, elaborado, entre otros, por Mark Gibson y Matthew Gianni, asesores independientes, identifica carencias en la regulación comunitaria de las pesquerías de aguas profundas en el Atlántico nordeste, "límites débiles" de capturas y esfuerzo pesquero, falta de conocimiento sobre el estado de los recursos y cobertura incompleta de las especies.

Además de deficientes medidas de control, "lagunas significativas" en datos y notificaciones y falta de políticas de sostenibilidad y protección de los ecosistemas de aguas profundas vulnerables, como los arrecifes de coral de aguas frías.

Según las evaluaciones de PEW, "ante los efectos destructivos de las pesquerías de fondo", el régimen de gestión de la UE para el Atlántico nordeste "resulta inadecuado, se aplica de forma deficitaria y es incoherente con los principios, los acuerdos y las obligaciones legales".

Las autoridades científicas consultadas por PEW concluyen que las pesquerías en aguas profundas en el Atlántico nordeste se encuentran "fuera de los límites biológicos de seguridad" y que deberían reducirse significativamente o incluso "detenerse por completo".

Los datos de PEW recalcan que la UE tiene 103 buques que realizan actividades de pesca de fondo en alta mar, cifra que corresponde aproximadamente a un tercio de la flota mundial de esa práctica.

Aunque reconocen que, a escala internacional, las pesquerías de aguas profundas corresponden únicamente a entre el 2 y el 4% del total mundial de desembarques y en la UE supone solo el 1,2% del total de capturas en el Atlántico nordeste y el 1,3% del valor de los productos de la pesca.