Los cuerpos de cuatro fusilados durante la Guerra Civil fueron exhumados ayer en el cementerio municipal de Segorbe (Castellón), en la primera fosa común que se excava en la provincia.

Los cadáveres encontrados son los del antiguo alcalde de Gátova y dirigente de Izquierda Republicana, Cipriano Esteve, de 43 años; el presidente del comité Revolucionario de Teresa, Tomás Maicas, de 40 años; y otros dos vecinos de la localidad, Vicente Martínez y Bernardino Martínez, de 62 y 40 años, respectivamente.

Todos ellos fueron juzgados en la localidad castellonense de Segorbe en proceso sumarísimo y condenados a la pena capital, por lo que fueron fusilados el 2 de noviembre de 1939 en el mismo lugar donde los enterraron.

De los cuatro cuerpos, tan solo los restos de Vicente Martínez permanecerán en el cementerio de Segorbe, aunque serán depositados junto a su esposa y una nieta que falleció recientemente.

Por su parte, los de Tomás Maicas serán enterrados en el cementerio del municipio valenciano de Teresa de Cofrentes, en un acto familiar; mientras que los de Cipriano Esteve recibirán sepultura en el cementerio municipal de Gátova en un acto institucional, según señaló el alcalde de este municipio, Leopoldo Romero, que ayer siguió todo el proceso.

Uno de los momentos más emotivos del proceso se dio con el hallazgo del cuerpo de Bernardino Martínez, ya que su nieta lamentó que una de las personas más interesadas en que se llevara a cabo la recuperación de su cadáver, su padre, ya no pueda enterarse de ello por estar afectado en grado severo de alzhéimer.

La voluntad de su nieta era que los restos de Bernardino se mantuvieran en la misma tumba donde han estado todos estos años pero, según indicaron responsables del ayuntamiento, la tumba es de propiedad municipal y si se volviera a ocupar se tendría que responsabilizar alguien de ella, circunstancia por la cual finalmente su nieta decidió llevarse sus restos a Paiporta (Valencia).

El portavoz del Grupo por la Memoria Histórica, Matías Alonso, señaló que la identificación de los cadáveres "resultó muy difícil, dado el estado en que estaban los cuerpos, que obligó a cambiar de metodología", aunque al final se logró.