Los tratamientos de reproducción asistida en mujeres que viven solas, y que cuando tienen hijos conforman familias monoparentales, se han duplicado en España en los últimos dos años, pese a que habitualmente no los cubre la Seguridad Social, sino que se practican en clínicas privadas previo pago.

Según explica Rosa Maestro, madre por reproducción asistida de una niña que ya tiene ocho años, periodista y fundadora de la web www.masola.org, desde la que informa sobre estas cuestiones, el perfil de la madre soltera que cría hijos es el de una mujer de unos 35 años, de alto nivel cultural, laboral y social, independencia económica y estabilidad emocional, frecuentemente universitaria.

Muchas veces se trata de mujeres que han sufrido un fracaso sentimental o matrimonial y a veces mujeres cuyos cónyuges no querían tener hijos en el matrimonio y se han divorciado para tener sus hijos solas.

Lo habitual es que la reproducción se haga mediante inseminación asistida, tratamiento que incluye el semen de un donante y la p

del ovario con hormonas para que produzca óvulos; este tratamiento viene acostar entre 1.000 y 1.500 euros, según Maestro.

Más cara, entre 4.500 y 5.500 euros, es la fecundación in vitro en la que él óvulo de la futura madre fertiliza in vitro con el semen del donante y luego se introduce en el útero para la gestación.

Más de cuarenta

En caso de mujeres de más edad, más de 40 años, cuando el óvulo procede, al igual que el esperma, de un donante, la fecundación in vitro alcanza los 5.000 o 6.000 euros, pero el proceso no siempre tiene éxito en el primer intento.

Un caso singular, que comenzó con la salvaguarda de óvulos en mujeres aquejadas de procesos cancerosos, es el llamado de "vitrificación", en el que los óvulos se conservan congelados y la futura madre dispone de ellos a voluntad.

Esta forma de reproducción, que comenzó con mujeres que padecían enfermedades oncológicas, ha derivado en un sistema por el cual la futura madre planifica su maternidad y congela sus óvulos cuando es joven para disponer de ellos cuando sus obligaciones laborales o sociales le permitan tener hijos.

La extracción de óvulos para su congelación se realiza en clínicas privadas que disponen de alta tecnología y cuesta entre 1.000 y 1.500 euros, además de entre 300 y 500 por cada año de conservación.