Mimi Alford, becaria de la Casa Blanca entre 1962 y 1963, cuenta en un libro que saldrá esta semana que tuvo un amorío con el entonces presidente, John F. Kennedy, y que dejó de ser virgen el mismo día en que se conocieron, según publican hoy medios estadounidenses.

Alford, que ahora tiene 69 años y está jubilada de su empleo como administradora de una iglesia en Nueva York, llegó a su puesto como becaria en la oficina de prensa de la Casa Blanca en el verano de 1962, y fue entonces se inició ese romance, según el New York Post.

Según algunos extractos de esas memorias, publicados por el Post y otros medios, cuatro días después de que Mimi, que tenía 19 años, llegara a la Casa Blanca, el presidente Kennedy, que tenía 45, la invitó a nadar en la piscina de la mansión.

Luego, Mimi y otras jóvenes fueron invitadas a un encuentro vespertino, tras el cual, según ella, el presidente la llevó al "dormitorio de la señora (Jacqueline) Kennedy", la besó, la acarició y la inició sexualmente.

En 1962 Mimi Beardsley, como se llamaba entonces, era alumna de la Universidad Wheaton, un colegio femenino en Massachusetts, y las versiones sobre su relación con Kennedy aparecieron por primera vez en una biografía del presidente publicada en 2003 por Robert Dallek.

Asimismo, la asistente de prensa de Kennedy, Barbara Gamarekian, hizo referencias a esa relación en testimonios orales transcritos por la Biblioteca y Museo Presidencial John F. Kennedy.

The New York Post, que afirma que obtuvo una copia del libro, titulado "Once Upon a Secret", publicó segmentos en los cuales Alford describe su primer encuentro sexual con Kennedy y otros muchos detalles de su relación.

Esa primera noche, según el relato de Alford, el presidente le desabrochó los botones del vestido, le tocó el pecho y le preguntó si ésa sería su primera relación sexual, a lo que la muchacha asintió.

"¿Estás bien?", le preguntó Kennedy, quien, según la exbecaria, siguió adelante "más gentilmente" hasta que terminó, "se subió los pantalones" y ofreció una sonrisa a la joven.

"Estaba conmocionada. Él, por su parte, actuaba cómo si lo que ocurrió fuera la cosa más natural del mundo", continúa Alford en el libro, según el Post, que añade que la joven, esa noche de camino a su casa, se repetía la frase: "Ya no soy virgen".

Siempre según lo publicado por el New York Post, Alford asegura en su libro que la relación sexual que tuvieron desde entonces fue variada y divertida, y detalla que al presidente le gustaba pasar tiempo con ella en la bañera mientras bromeaban con unos patitos de goma a los que les pusieron nombres de los integrantes de la familia Kennedy.

En una ocasión, según el relato, Kennedy le sugirió que aliviara el estrés de su Dave Powers con sexo oral, a lo que la joven, aunque avergonzada, consintió, aunque rechazó una propuesta similar respecto a su hermano Robert Kennedy.

En el libro también se dice que el presidente temía que el vicepresidente, Lyndon Johnson, pudiera utilizar ese romance contra él, por lo que pidió a Alford que se mantuviera "alejada" del político que acabaría asumiendo la Presidencia tras el asesinato de JFK en Dallas (Texas).

La exbecaria asegura que la última vez que estuvo con Kennedy fue en Nueva York el 15 de noviembre de 1963, una semana antes de que fuera asesinado, cuando se encontraron en el Hotel Carlyle de Manhattan.

"Me dio un largo abrazo y me dijo que le gustaría que fuera con él a Texas y que me llamaría a la vuelta", añade la mujer, que en aquel entonces estaba a punto de casarse, lo que parecía no importar a Kennedy, según explica Alford en su relato.