Cruz Roja ha iniciado en febrero la cuarta fase del Plan de Alimentos, que concluirá en abril con la entrega de un total de 67 millones de kilos de alimentos para 900.000 personas, 200.000 más que en la campaña del año pasado.

Entre febrero y abril, la organización distribuirá 23 millones de kilogramos/litros de alimentos entre las personas más desfavorecidas, explica en un comunicado.

Su objetivo es poner a disposición de las personas necesitadas, de forma gratuita alimentos básicos de calidad y emplear los excedentes de ciertos productos agrarios en poder de los organismos públicos de intervención de la Unión Europea.

Entre los alimentos a distribuir figuran productos lácteos, como quesos, leche, natillas, zumos de frutas, derivados de cereales como distintos tipos de pasta alimenticia, galletas y cereales de desayuno, caldo de carne, crema de verduras deshidratada, tomate frito en conserva, además de arroz y alimentos destinados a la población infantil como papillas de cereales y leche de continuación.

La ayuda va dirigida a personas especialmente vulnerables, como son grupos familiares con menores y personas mayores a su cargo, familias monoparentales, personas con discapacidad, personas incapacitadas para el trabajo o afectadas por toxicomanías o Sida, menores en situación de desamparo, mujeres maltratadas, minorías étnicas, inmigrantes, refugiados, asilados, ex reclusos, transeúntes y personas mayores perceptoras de las pensiones más bajas.

Además, Cruz Roja Española explica que el contexto de crisis ha llevado a reforzar los programas habituales de respuesta social y de lucha contra el desempleo y discriminación en el mercado laboral.

La campaña de Cruz Roja depende del Plan 2011 de Ayuda Alimentaria del Fondo Español de Garantía Agraría (FEGA), encuadrado en las medidas de regulación del mercado de productos agroalimentarios de la Política Agrícola Común (PAC).