La Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional (BIT) detuvo el año pasado a 470 personas por delitos relacionados con internet, en la mayoría de los casos por tenencia o distribución de pornografía infantil o por delitos contra la propiedad industrial e intelectual.

Con motivo de la celebración, ayer, del Día Internacional de Internet Seguro, la Policía Nacional ofreció algunos consejos para evitar prácticas que entrañan mayor riesgo para los internautas, al tiempo que recordó que de las cerca de 500 detenciones por delitos en internet el año pasado, 201 fueron por distribuir pornografía infantil y 135 por atentar contra la propiedad intelectual.

La policía arrestó también a 57 personas por fraude, a 46 por verter injurias y amenazas en la red, a 18 por falsificar o vender anabolizantes y a otras trece por atacar sistemas informáticos o páginas web.

El jefe de la sección técnica de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT), Fernando Fernández, señaló que estas cifras se incrementan si se habla de la actividad de la Policía Nacional en toda España, ya que el año pasado se detuvieron a 662 personas y se abrieron cerca de 800 investigaciones. En más de la mitad de los asuntos investigados, la estafa fue la actividad delictiva más frecuente, seguida de la corrupción de menores y la distribución de pornografía infantil.

Principales riesgos

Fernández alertó, además, de los principales riesgos a los que se enfrentan los internautas como el exceso de confianza en la red internet o abrir enlaces no fiables. Estos son algunos de los "puntos negros" que entrañan mayor riesgo en la navegación por la red según el inspector de la BIT que advirtió de que uno de los principales errores de los internautas es la instalación de programas no oficiales para evitar pagarlos y que los "hackers" emplean para infectar el ordenador del usuario.

Además, Fernández también avisa del peligro de no actualizar el antivirus o de tener contraseñas poco seguras. En este sentido, recordó que la puerta "más vulnerable" para acceder sin autorización a una cuenta de correo electrónico para los "hackers" se produce a través de las preguntas de recuperación de las contraseñas del e-mail, "demasiado fáciles o conocidas por mucha gente". Abrir enlaces no identificados que llegan a través del correo electrónico o contactar con desconocidos vía internet son otros dos hábitos de navegación peligrosos.