Las extremadamente bajas temperaturas que azotan a Europa desde hace una semana son un fenómeno "destacado", pero "no inusual ni excepcional" en invierno, según explicó ayer la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

"Este fenómeno no es inusual, es parte de las extremas manifestaciones en el invierno del hemisferio norte", afirmó con contundencia el director de la división de aplicaciones de datos de la OMM, Omar Baddour. De hecho, las temperaturas registradas, si bien son muy bajas, no han batido récords históricos.

"Hace 30 o 40 años estos fenómenos eran más frecuentes que actualmente, lo que pasa es que ahora cuando ocurren, son más fríos", apuntilló Baddour. Además, recor- dó que, hasta la extrema caída de las temperaturas, este invierno estaba siendo mucho más caliente de "lo normal". El fenómeno que evidencia Europa este año se debe a una oscilación negativa del Ártico, lo que provoca que haya temperaturas muy bajas en el continente pero bastante templadas en el Ártico. Esta oscilación permitió que una ola de altas presiones provenientes de Siberia entraran por el noroeste y se instalaran en el continente, manteniendo las temperaturas gélidas, y bloqueando las tormentas marítimas y la masa de aire más templado que normalmente sopla desde el Atlántico de oeste al este.

"Lo que evidenciamos son una serie de perturbaciones clásicas. Normalmente los vientos entran de oeste a este y traen lluvias pero no temperaturas tan bajas. Este año, el viento siberiano viaja de norte a sur, por eso ha llegado a lugares como el Magreb, y hace mucho frío porque ha bloqueado los vientos del oeste", aclaró Baddour.