El Servicio Vasco de Salud-Osakidetza tendrá que pagar más de 124.000 euros a los tres hijos menores de un abogado vizcaíno que murió como consecuencia de un infarto agudo de miocardio que no le había sido diagnosticado pese a que acudió en varias ocasiones tanto a un centro de salud como al servicio de Urgencias del hospital de Cruces.

Según consta en la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Vitoria, difundida hoy por la asociación Defensor del Paciente, en este caso ha quedado acreditado que se produjo un "error de diagnóstico" que dio lugar a un deterioro del corazón y a la "definitiva evolución desfavorable".

El abogado, Juan Ramón Z.Ll., de 46 años y padre de tres hijos menores de edad, falleció el 8 de mayo de 2007 en la mesa de operaciones cuando era intervenido en una cirugía de urgencia y alto riesgo, según el fallo.

Durante las tres semanas anteriores, este hombre acudió en varias ocasiones tanto a un ambulatorio como al servicio de Urgencias de Cruces, con síntomas tales como dolor en el pecho, sensación de quemazón irradiada a ambos antebrazos y vómitos.

"Ante este cuadro médico, no cabía otra interpretación que practicar un electrocardiograma, sin que se alcance a comprender por qué no se realizó", se afirma en el sentencia, que recoge la declaración en este sentido de un médico especialista en Cardiología que compareció en el juicio en calidad de perito.

La resolución no hace un pronunciamiento sobre las costas de juicio al no apreciarse "temeridad ni mala fe" en ninguna de las partes y se indica que cabe la posibilidad de presentar un recurso de apelación.