La Asociación Pro derechos Civiles, Económicos y Sociales (Adeces) ha reclamado hoy al Ministerio de Sanidad que la publicidad de los medicamentos incorpore, como información relevante, las principales contraindicaciones para el usuario.

Esta plataforma entiende que en la comunicación debe prevalecer el derecho a la salud por encima de cualquier otro, lo que exige que "se reduzca la imagen exenta de riesgos que, a día de hoy, trasmite la publicidad".

Para alcanzar esta conclusión, ADECES ha examinado 33 medicamentos que se anuncian en televisión, estudiando sus prospectos y comparándolos con las indicaciones y contraindicaciones que aparecen en la publicidad.

De los productos inspeccionados, un 21% está contraindicado para personas con enfermedades renales o hepáticas, un 18% para individuos que sufren asma y un 12% lo están para menores de 6 años.

Entre todas las contraindicaciones se pueden señalar las que afectan a las personas con obstrucción o inflamación intestinal en relación con los laxantes o tratamientos para gases, y también las que pueden perjudicar a las personas menores de 18 años cuando toman productos para la pérdida de peso.

Otros fármacos, como algún analgésico de uso externo, están contraindicados para menores de 12 años y su uso debe limitarse a siete días, o los descongestionantes nasales, para menores de 3.

Para los hipertensos están contraindicados algunos analgésicos con ácido acetilsalicílico, y todos los medicamentos examinados no deben ser consumidos, según los prospectos, si se es alérgico a cualquiera de sus componentes o si se está o pudiera estar embarazada, en cuyo caso habría que consultar al médico.

En términos generales, la Asociación concluye que mientras la publicidad refleja con bastante fidelidad los usos para los que está indicado un determinado medicamento, los anuncios no recogen ninguna mención sobre las contraindicaciones, acentuando "una imagen de banalidad contraria al derecho a la información y a la salud".

ADECES coincide con la campaña del Ministerio de Sanidad de que "los medicamentos no son un juego" y recuerda que "no son inocuos", por lo que, en su opinión, resulta necesario "poner un contrapunto" a las campañas publicitarias, incorporando mensajes sobre las contraindicaciones.