Nacidos en la década de los ochenta, un nuevo grupo de políticos que todavía no han cumplido los treinta años ha emergido en la presente legislatura dispuesto a comenzar un relevo generacional y a dar voz a los más jóvenes, uno de los grupos más castigados por la actual crisis económica.

Desde el Congreso y el Senado hasta ayuntamientos con apenas unos centenares de habitantes, pasando por el aparato interno de los propios partidos, estos veinteañeros se abren paso dispuestos a desterrar el tópico de que a los jóvenes no les interesa la política.

Muchos comenzaron sus carreras políticas antes de alcanzar la mayoría de edad, pero tienen claro que no quieren enterrar a anteriores generaciones, sino que intentan sumar con su fuerza y nuevas ideas en este momento complicado del país.

Licenciado en Economía, con un máster en Economía Internacional y Desarrollo, malagueño y con 26 años. Este es el perfil de Alberto Garzón (IU), el diputado de menor edad en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo, que relata que ha vivido estos meses de manera "ajetreada" y reivindica su presencia en la política como una forma de transformar la ideología en hechos.

Tiene una aspiración general: contribuir desde su escaño a superar el actual sistema económico y político, que es, a su juicio, "injusto e insuficiente". Y su aspiración más "concreta": mostrar que la crisis no se puede superar solo con recortes.

En lo que va de legislatura, lo que más ha sorprendido al diputado es la "parafernalia" del Congreso, donde a veces prima, desde su punto de vista, la imagen sobre el contenido y los grandes pactos se hacen fuera del hemiciclo.

Junto a Garzón, en la Mesa de Edad de constitución del Congreso participó Belén Hoyo (PP). Con 27 años, esta parlamentaria por Valencia explica que llegar a la Cámara Baja por primera vez "impresiona" y es una sensación indescriptible.

La cordobesa Beatriz Jurado lidera Nuevas Generaciones del PP, la organización política juvenil con más afiliados en toda España. Jurado entró en política a través de las asociaciones de representación universitaria, donde se dio cuenta de que a través de esta actividad se puede transformar la sociedad.

La máxima dirigente de NNGG compatibiliza este cargo con el de senadora. Divertida, narra que en la Cámara Alta muchas veces le piden identificarse y la confunden con una periodista.

Su homólogo en el PSOE es Sergio Gutiérrez, que hasta el congreso del mes de abril seguirá siendo el líder de Juventudes Socialistas, asociación que agrupa a más de 20.000 afiliados con una edad media de 23 años y con una presencia del 55% de mujeres.

"Un sentimiento de rebeldía" y la tradición familiar socialista fueron los motivos, asegura, por los que decidió cuando era un quinceañero acudir a una sede del PSOE para afiliarse a las Juventudes Socialistas, después de que Jose María Aznar ganara las elecciones en 1996.

Quince años más tarde, Gutiérrez ya forma parte de la Ejecutiva Federal del PSOE y es diputado en el Parlamento Europeo, una Cámara que ya no es "un cementerio de elefantes", dice.

Un grupo de arquitectos había quedado con el regidor de Almodóvar del Pinar (Cuenca) para hablar de unas obras. Les abrió la puerta del consistorio un joven de 26 años. "¿Cuándo va a venir el alcalde?", preguntaron. "Soy yo", respondió el trabajador social Francisco Ibáñez ante la mirada incrédula de estos profesionales.

Entre todos estos servidores públicos existe total unanimidad a la hora de señalar la máxima prioridad por la que tienen que trabajar para los jóvenes: el empleo.

A su juicio, es un tópico "totalmente" que la política no interesa a los jóvenes, afirma Jurado, que defiende que su generación participa en este ámbito y en el día a día de la sociedad en diferentes actividades y asociaciones.

Para Garzón, la política no está solo en las instituciones. "Política es todo, es el precio del salario, de la vivienda, de los servicios públicos, el dinero que se recibe al jubilarte. Si no se preocupa uno por ello, quienes sí lo harán puede que no tengan los mismos intereses que tú", recalca.

¿Cómo recuperar la ilusión de los desencantados? Gutiérrez lo tiene claro: "En este momento, si queremos recuperar la credibilidad, madurez y claridad al hablar a la gente. No es tiempo de chascarrillos ni política simple".