Los eurodiputados de la Comisión para la Salud Pública y Alimentaria del Parlamento Europeo apoyaron hoy una resolución que pide normas claras en materia de responsabilidad penal y civil para los productos sanitarios defectuosos, como las prótesis mamarias del fabricante francés PIP.

La ponente del texto, la progresista británica Linda McAvan, ha señalado la necesidad de establecer "un sistema de recurso colectivo para ayudar a los consumidores y pacientes a obtener una compensación".

Los eurodiputados analizaron la primera versión de la resolución que prepara la Eurocámara y que se votará en el pleno del mes de mayo.

La comisión parlamentaria quiere que se establezca un "pasaporte" para cada receptora de implante, en el que se especifiquen sus características, sus posibles efectos secundarios y una advertencia sobre los potenciales riesgos para la salud y las medidas de seguimiento y atención postoperatorias.

Ese "pasaporte" deberá estar firmado por el cirujano y por la paciente, y tendrá validez como formulario de consentimiento para la intervención.

McAvan ha pedido en el debate que la CE considere en la próxima reforma de la directiva de productos sanitarios, "la necesidad de una solicitud de autorización de comercialización para productos sanitarios peligrosos" así como "inspecciones sorpresa" a los fabricantes".

A los Estados miembros, los eurodiputados quieren exigir que "comuniquen inmediatamente a la CE y al resto de países las medidas que hayan tomado o que prevean tomar para reducir al máximo la repetición de este incidente".

España, Holanda, Bélgica y Francia han sido los principales países europeos perjudicados, con miles de mujeres que han denunciado haber sido estafadas con las prótesis mamarias Poly Implant Prothèse (PIP), fabricadas en 1991 en el sur de Francia.