Más de 500 alumnos de secundaria y universitarios, procedentes de Puerto Rico, Estados Unidos, Canadá e Italia, entre otros países, competirán el viernes y sábado en Alabama con los vehículos livianos que han diseñado para su uso en Marte.

La agencia espacial estadounidense NASA indicó hoy que se han inscrito ya unos 100 equipos, algunos de ellos veteranos de este tipo de competiciones, y otros que llegan por primera vez al Centro Espacial y de Cohetería en Huntsville para el concurso del viernes 13 y el sábado 14.

El año pasado, la decimoctava versión del concurso en la división de escuelas secundarias la ganó el Equipo 2 de la Escuela Vocacional Teodoro Aguilar Mora, de Puerto Rico, y el Equipo 1 de esa misma escuela se ubicó en segundo lugar.

Y por segunda vez consecutiva el equipo Humacao de la Universidad de Puerto Rico obtuvo el primer lugar en la división universitaria.

Los competidores empezaron a preparar sus carritos o "moonbuggies" en otoño para cumplir con los requisitos de diseño, construcción y prueba de un vehículo liviano y plegable.

El aparato debe ser capaz de resolver los problemas que encaró el equipo que diseñó los primeros vehículos de exploración lunar en la era de los Apollo, a fines de la década de los 60 del pasado siglo, en el Centro Marshall de Vuelo Espacial en Huntsville.

Pero ahora la mira está puesta en vehículos que puedan usarse en Marte.

"La Gran Carrera Moonbuggy de la NASA es una forma única y excitante para que los estudiantes de secundaria y de universidad se involucren en el diseño y manejo de robots", señaló Leland Melvin, administrador asociado para educación.

"Los jóvenes procuran soluciones a los problemas reales de la exploración que han encarado los ingenieros de las misiones Apollo desde los años 1960", agregó. "Los estudiantes diseñadores de hoy bien pueden ser los ingenieros y expertos en robótica que diseñarán el vehículo para la futura exploración humana de Marte".

Los diseños de los "buggies" se apoyan en los de los vehículos que los astronautas estadounidenses condujeron sobre la superficie lunar durante las misiones Apollo 15, 16 y 17 a comienzos de la década de 1970.

Los equipos de estudiantes construyen sus vehículos empleando neumáticos de bicicletas, y tubos y partes de aluminio o aleaciones metálicas.

Cada equipo de seis estudiantes tiene la responsabilidad de construir su propio carrito, y cada "buggy" se desplaza por la propulsión de dos estudiantes -un varón y una mujer- sobre 800 metros de terreno que simula la superficie lunar con cráteres, rocas, lava, cuestas y bajadas, y polvareda.

Antes de la prueba en la pista, los equipos deben llevar su carrito desarmado hasta la línea de partida con los componentes dentro de una caja de 1,20 metros de largo, 1,20 de ancho y 1,20 de profundidad, es decir, las dimensiones similares a las del Vehículo de Exploración Lunar original.

En la línea de partida, los jóvenes deben ensamblar su vehículo y tenerlo listo para una inspección de seguridad, y su uso.