La lluvia no impidió que cientos de personas acompañaran en la tarde de ayer el cuerpo sin vida del obispo emérito de la Diócesis de Tenerife, Felipe Fernández, desde la sede del Obispado (antiguo salón del Trono) a la sede provisional de la Santa Iglesia Catedral (iglesia de La Concepción).

En el interior de un vehículo, el cuerpo de Felipe Fernández, que falleció el Viernes Santo, partió de la sede del Obispado y recorrió algunas de las principales calles de La Laguna a paso lento en dirección a la iglesia de La Concepción, no sin antes pasar por delante de la Catedral de La Laguna, donde tantas misas ofició.

Durante este recorrido, el obispo emérito estuvo acompañado por numerosos sacerdotes, los cuales no solo eran de Canarias, sino también de diversos puntos de la Península, así como autoridades civiles del Ayuntamiento de La Laguna, representantes de diferentes cofradías y la Banda de Música.

Tras ellos, cientos de personas, con paraguas en mano, acompañaron al difunto hasta el lugar donde será sepultado mañana, un gesto que fue agradecido por el actual obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez, a la llegada a la iglesia de La Concepción, donde se celebró de forma posterior una función religiosa. Será en este templo donde mañana se celebre la misa funeral a las 13:30 horas y se proceda a la sepultura de Felipe Fernández.