Los creyentes de Tenerife y los venido de otros puntos de Canarias y la Península, así como sus familiares, políticos y representantes de colectivos religiosos, culturales, vecinales y sociales tendrán hoy la última oportunidad para dar el último adiós al obispo emérito de la Diócesis de Tenerife, Felipe Fernández, cuya capilla ardiente se encuentra en la parroquia matriz de Nuestra Señora de La Concepción de La Laguna hasta las 13:00 horas, en que tendrá lugar la misa funeral, recibiendo cristiana sepultura delante del altar mayor de La Purísima de la iglesia de La Concepción, para ser más exactos en el espacio entre el coro y la mesa de consagración.

El deán de la Catedral, Julián de Armas, destacó ayer en el citado templo que "las muestras de cariño hacia nuestro obispo emérito han sido muy grandes. Podríamos hablar de miles de personas las que han sentido su muerte, con elevada presencia de jóvenes y una considerable asistencia en las misas que se han venido celebrando cada dos horas".

El féretro donde descansa el cuerpo sin vida de Felipe Fernández está custodiado por dos agentes de la Policía Local, que, aunque según marca el protocolo, deberían vestir traje de gala, lo que no ha sido posible por cuestiones operativas.

Una inmensa paz es lo que se respiraba ayer en el interior de la iglesia de La Concepción y en las personas que se acercaban a pocos metros del cuerpo de Felipe Fernández para despedirse dentro de las más estrictas normas de respeto y sentimiento.

A los pies del féretro y en otro punto de la iglesia cercano, las coronas de flores daban a conocer el sentimiento por la pérdida del obispo emérito, destacando entre ellas la de sus familiares, cofradías, ayuntamientos de La Laguna y El Sauzal o la Casa de Acogida Madre del Redentor, que fundara el obispo Fernández y en la que pasó los últimos años de su vida, y donde su muerte ha sido muy sentida.

Julián de Armas señaló que Felipe Fernández "siempre dijo que deseaba que en dicho centro fuera tratado como uno más. Nunca perdió la esperanza ni se sintió derrotado a pesar del dolor de su enfermedad y ha marcado la historia de nuestra Iglesia Diocesana".

Es de destacar que el obispo emérito murió a la hora que eligió, es decir, la denominada "nona", la misma en que dejó este mundo Jesús sobre las 3 de la tarde del Viernes Santo, según le había manifestado durante varios años al deán de la Catedral, Julián de Armas.

El deseo de Julián de Armas, como el de muchos ciudadanos, es que, dentro de cinco años, Felipe Fernández sea exhumado y enterrado en la Catedral, siendo el tercer obispo que reciba sepultura en dicho templo, donde descansan los cuerpos de los prelados Rey Redondo y Luis Franco Cascón.

A un lado próximo a la mesa de consagración de la iglesia de La Concepción, hay un atril con un libro para que el público escriba sus sentimientos por el fallecimiento de Felipe Fernández, cuya primera página la abrió la presidenta de la Junta de Hermandades y Cofradías, María del Mar Carballo, dejando el siguiente mensaje: "Reconociendo sus valores cristianos y espirituales que han hecho que nuestras hermandades y cofradías sean partícipes del compromiso con la Iglesia y lo que ello representa en esta nuestra ciudad de San Cristóbal de La Laguna".

Muchas personas hicieron cola en el día de ayer para escribir en dicho libro, y una señora, emocionada, escribió: "Recordaré siempre al buen obispo y amigo".

El alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, cerca de la iglesia de La Concepción de camino al ayuntamiento, destacó: "Hemos perdido a un intelectual, un hombre preocupado por la cultura y su difusión y a un obispo ejemplar. Pero creo que lo más importante es su dimensión humana, puesto que siempre que pudo estuvo al lado de los desfavorecidos, visitándolos y escuchándolos cuando lo necesitaban, como saben quienes lo conocieron. Aunque nació en León, siempre se sintió muy lagunero y muy canario y pienso que es muy significativo que haya querido ser enterrado en esta ciudad de La Laguna, donde ha fallecido en un día tan señalado como el Viernes Santo, en las horas previas a la Procesión Magna".