Los enfermos renales crónicos denunciaron ayer que el "copago" del transporte sanitario no urgente, como el que necesitan los pacientes en tratamiento de hemodiálisis, pone en peligro su salud, ya que muchos de ellos no podrán asumir su desplazamiento o acudirán menos de lo necesario.

Así lo señaló la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha contra las Enfermedades Renales (Alcer) en un comunicado, en el que manifestó su preocupación por las medidas incluidas en el Real Decreto-Ley aprobado por el Gobierno para lograr un ahorro de 7.000 millones de euros en el sistema sanitario y las califica de "inaceptables".

Esta asociación, que representa a más de 45.000 enfermos renales crónicos, recordó que la mayoría de los pacientes en hemodiálisis tienen que acudir al hospital tres veces por semana, pero incluso los hay que acuden 5,5 o 6, dependiendo de su situación y las patologías asociadas.

Alcer puso de relieve la falta de equidad del "copago" sin límite del transporte sanitario no urgente, ya que el coste económico no es el mismo para un paciente que viva a 10-15 kilómetros de su centro más cercano que a 150-200 kilómetros, ni tampoco para los que tengan que desplazarse de una isla a otra.

Según esta organización, el decreto no contempla las medidas esenciales que necesitan los enfermos crónicos para garantizar su tratamiento y "evitar errores de consecuencias nefastas".