En la búsqueda de planetas como la Tierra, es útil buscar pistas y pautas que pueden ayudar a los científicos a reducir los tipos de sistemas en que es probable descubrir planetas potencialmente habitables. Ahora, una nueva investigación ha logrado estrechar la búsqueda de planetas como la Tierra cerca de planetas similares a Júpiter. Su trabajo indica que los primeros movimientos de formación posterior a la de un Júpiter caliente probablemente interrumpen la formación de planetas como la Tierra. Su trabajo se publica esta semana en ''Proceedings''.

El equipo, dirigido por Jason Steffen, del Centro de Astrofísica de Partículas del Fermilab, utilizó los datos de la misión Kepler de la NASA para buscar en los llamados "Júpiter calientes": los planetas del tamaño de Júpiter con periodos orbitales de tres días. Si un planeta similar a Júpiter ha sido descubierto por un ligero oscurecimiento del brillo de la estrella que orbita a medida que pasa entre la estrella y la Tierra, entonces es posible - dentro de ciertos parámetros - determinar si el Júpiter caliente tiene planetas compañeros.

De los 63 sistemas de Júpiter calientes candidatos identificados por Kepler, el equipo de investigación no encontró ninguna evidencia de planetas acompañantes cercanos. Existen varias explicaciones posibles. Uno de ellos es que no hay planetas acompañantes en cualquiera de estos Júpiter calientes. Otra es que los compañeros son demasiado pequeños, ya sea en tamaño o masa para que se detecten con el uso de estos métodos. Por último es posible que haya planetas de compañía, pero la configuración de sus órbitas los hace indetectables utilizando estos métodos.

Sin embargo, cuando se expande la búsqueda para incluir sistemas con planetas tipo Neptuno calientes o Júpiter templados (planetas del tamaño de Júpiter con una órbita más grande que los Júpiter calientes), el equipo encontró algunos compañeros potenciales. Entre los 222 Neptunos calientes, había dos con posibles compañeros, y en los 31 Júpiteres calientes había tres sistemas con posibles compañeros.

"Las implicaciones de estos hallazgos son que los sistemas con planetas como la Tierra se formaron de manera diferente que los sistemas con Júpiter calientes", dijo Boss. "Ya que creemos que los Júpiter calientes se formaron más lejos, y luego emigraron hacia el interior de sus estrellas, el proceso interrumpió la formación de planetas como la Tierra. Si nuestro sol hubiera tenido un Júpiter caliente, no estaríamos aquí".