Uno de cada diez adolescentes españoles sufre depresión, un mal que también padece un dos por ciento de menores entre 6 y 12 años, según la Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el Adolescente (AEPNYA).

Así lo han indicado hoy varios expertos que han presentado los resultados de últimos estudios sobre trastornos mentales en la infancia y la adolescencia, en el marco de una rueda de prensa celebrada con motivo del 57 congreso de la asociación.

Han participado en la conferencia la jefa del servicio de psiquiatría y psicología infantil del Hospital Clínico de Barcelona, Josefina Castro; el jefe de psiquiatría del Hospital Sant Joan de Déu, José Ángel Alda y el psiquiatra del Western Phychiatric Institute and Clinic de Pittsburgh (Estados Unidos), Boris Birmaher.

Este último ha indicado que, durante la etapa adolescente, la tasa de depresión se duplica en el caso de las chicas, mientras que en la infancia, la proporción es similar en ambos sexos.

El experto ha matizado, no obstante, que dentro de este elevado porcentaje deben diferenciarse entre las depresiones de mayor y menor grado ya que las primeras registran menos casos.

Entre las principales causas de este incremento porcentual, Birmaher ha subrayado "un conglomerado de factores" entre los que destacan especialmente el estrés, el incremento del consumo de drogas o de los conflictos familiares.

Por su parte, Josefina Castro ha recordado que la ansiedad y el estrés de las familias por motivo de la crisis y la presión laboral también repercute directamente en los hijos.

Asimismo, los tres expertos han destacado el primerizo consumo de cannabis y alcohol entre los adolescentes que sufren depresión como "factor desencadenante" para el desarrollo de otras enfermedades mentales como la esquizofrenia o la psicosis.

Según ha indicado Birmaher, la irritabilidad, la tristeza persistente, el aislamiento, el cambio de rutinas y gustos, trastornos del sueño o el apetito son algunos de los síntomas que permiten detectar a los padres cuándo sus hijos podrían sufrir depresión.

En este sentido, los tres han insistido en la importancia de romper con el tabú del tratamiento de salud mental, como mecanismo para acabar también con los índices de suicidios que, en España se sitúan entre 1 y 2 adolescentes por cada 100.000 habitantes.

Birmaher ha subrayado la importancia de fomentar los programas de prevención en las escuelas, las líneas telefónicas de ayuda, así como romper con "la visión romántica del suicidio" que se transmite a través de los medios de comunicación.

Los científicos han indicado que entre el 70 y el 80 % de los problemas de salud mental empiezan antes de los 21 años.

Por su parte, Josefina Castro ha agregado que un 20 % de los niños puede necesitar, en algún momento, asistir a una consulta, a pesar de no padecer ningún trastorno.

Entre las principales vías de tratamiento, el doctor Birmaher ha destacado la psicoterapéutica, mediante las técnicas cognitivo-conductual o intrapersonal que doten de herramientas al adolescente para "enfrentar los problemas emocionales", y la farmacológica, tan sólo en aquellos casos de depresión mayor que lo requieran.