Las amenazas geológicas en España tienen un coste per cápita de entre 160 y 250 euros al año, más del 2 por ciento del Presupuesto General del Estado, informó hoy el Colegio de Geólogos de España durante la Reunión Anual del Consejo de la Federación Europea de Geólogos, que se celebra en Tenerife.

El presidente del Colegio de Geólogos de España, Luis Suárez, estima que en un periodo de treinta años la incidencia económica de un catástrofe máxima (terremoto y tsunami) supondría, bajo la hipótesis de máximo riesgo, entre el 0,7 al 1,1 por ciento del Producto Interior Bruto, dato que desciende hasta el 0.5% bajo la hipótesis de riesgo medio.

Según se indica en un comunicado, Luis Suárez ha hablado durante la reunión de la incidencia que los riesgos geológicos tienen en la vida de la población española, y reconoce que las pérdidas económicas varían mucho en función de las características de cada catástrofe.

El Colegio de Geólogos de España y el resto de federaciones geológicas europeas proponen una serie de medidas para suprimir o reducir el riesgo natural de catástrofes.

Entre esas medidas destacan las de incluir en la legislación de las comunidades autónomas la obligatoriedad de los mapas de riesgo geológico así como nombrar al Instituto Geológico y Minero de España (IGME) como agente de coordinación de la Dirección Nacional de Cartografía Ambiental.

Otro de los aspectos que destacan se relacionan con la formación, y de este modo Luis Suárez aboga por llevar a cabo un plan piloto para aplicar una guía de riesgos y un conjunto de cursos de formación para responsables políticos, funcionarios y técnicos.

También considera fundamental realizar una campaña formativa para los ciudadanos pues, según sus palabras, es necesario conocer las amenazas geológicas que pueden afectar a su zona de residencia así como las medidas de protección, tanto individuales como colectivas, que deberían adoptar en caso de catástrofe.

En esa línea, Luis Suárez pide la colaboración de los medios de comunicación para difundir la información a la población.

Asegura que un ciudadano informado es un "ciudadano seguro, porque es consciente de lo que le pueden afectar y puede tomar medidas de protección".

Además, Luis Suárez, recalca la importancia de impulsar una póliza de seguro cuyo coste debe variar en función de la zona y de su riesgo geológico.