La pequeña ciudad costera surcoreana de Yeosu se proyecta al mundo desde hoy, día de la inauguración de la Expo 2012 en el que muchos de los 104 países presentes estrenaron sus pabellones con actos para seducir a los visitantes.

La Exposición Internacional de Yeosu, que toma el relevo de Zaragoza (España) 2008, "es un gran diálogo de la comunidad internacional sobre un tema importante: los océanos y las costas", indicó el español Vicente González Loscertales, secretario general de la Organización Internacional de Exposiciones.

El máximo responsable de la entidad organizadora de la Expo 2012, que pronunció el discurso de bienvenida en una fastuosa ceremonia inaugural, destacó que la muestra servirá para "contribuir a la recuperación ambiental y a la dinamización" de Yeosu.

Esta ciudad de tradición pesquera de 300.000 habitantes, que sufrió "un fuerte impacto ambiental" en el rápido proceso de industrialización surcoreano, aspira a convertirse gracias a la Expo en un destino turístico marítimo de calidad y a revertir su rumbo hacia un modelo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Durante tres meses hasta su clausura el 12 de agosto, Yeosu tratará de recibir a entre 8 y 10 millones de visitantes bajo el lema "Por unos océanos y costas vivos", que representa su objetivo principal de fomentar la protección de los océanos y recursos marinos de todo el mundo.

Bajo esta temática el pabellón de España, uno de los más grandes de la muestra con 1.000 metros cuadrados, abrió sus puertas a primera hora en una ceremonia presidida por el embajador del país en Corea del Sur, Luis Arias Romero, y que contó con la presencia de representantes diplomáticos de varios países.

La comitiva realizó un recorrido por el recinto español, dividido en cuatro estancias que combinan tecnología, tradición y, por último, gastronomía para cumplir el objetivo de seducir a los 800.000 visitantes que la organización se ha marcado como objetivo atraer.

Una gran pantalla semicircular con imágenes y animaciones de los más célebres viajes de navegantes como Colón, Magallanes o Elcano y una espectacular instalación artística en la que se recrean sobre fondo oscuro las extravagantes criaturas de los fondos abisales son las principales atracciones del pabellón.

Por último, un bar de tapas a cargo del chef barcelonés Manu Manzano ofrece desde salmorejo hasta paella, en una larga lista de especialidades culinarias que abarcan prácticamente todas las regiones de España.

De entre los países latinoamericanos que participan en la Expo de Yeosu, 12 en total, Perú celebró hoy por todo lo alto una ceremonia de inauguración presidida por su jefe de Estado, Ollanta Humala, que culminó con el acto una gira de cinco días por Corea del Sur y Japón.

Al igual que su vecino español, el espacio peruano, de unos 450 metros cuadrados, también confía su éxito a la luz, el color y la gastronomía, con platos típicos como cebiche o ají de gallina y una variedad de cócteles elaborados con pisco, que hoy degustaron los invitados a la inauguración.

Por su parte Argentina celebró con dos espectáculos de tango la inauguración de su pabellón, un espacio diáfano que pretende emular una ola marina, mientras que Uruguay ofrece a los visitantes un recorrido por los doce faros de su costa.

México, que junto a Perú, Argentina y Uruguay forma parte de los cuatro países de América Latina que poseen un recinto independiente, no abrió al público su pabellón al estar aún en construcción.

La Expo de Yeosu 2012, ubicada en un terreno de más de 25 hectáreas cerca de un antiguo puerto frente al Parque Nacional Marino de Hallyeosudo, cuenta con 15.000 trabajadores y sus instalaciones acumulan una inversión de 1.900 millones de dólares, sin contar lo destinado a infraestructuras de transportes.

Su construcción se ha basado en parámetros ecológicos para garantizar el origen limpio de los materiales, controlar el gasto en recursos y favorecer las energías "verdes".