España es uno de los mejores ejemplos de la Unión Europea (UE) en las políticas de integración de los gitanos, aunque necesita avanzar en las medidas de financiación de esos planes, según un informe del Ejecutivo comunitario adoptado ayer.

El documento pasa revista a las estrategias elaboradas por los estados miembros para mejorar la integración económica y social de esa minoría, que agrupa a entre 10 y 12 millones de personas en Europa.

España destaca, junto con Eslovenia y Finlandia, por sus políticas para promover la integración de los gitanos en la escuela.

El informe indica que el país está desarrollando nuevos programas para frenar el abandono escolar temprano y el absentismo entre ese colectivo, con el objetivo de reducirlo del 22,5% al 15 % en 2015 y al 10% en 2020 en la educación primaria.

España también es un buen ejemplo, junto con Austria y Bulgaria, por sus medidas para facilitar el acceso de los gitanos al mercado laboral.

El país se ha fijado como objetivo aumentar la tasa de empleo de los gitanos del 44% en 2011 al 50% en 2015 y al 60% en 2020, lo que se pretende conseguir fomentando la incorporación de la mujer al mercado laboral y con programas para mejorar la formación.

En el lado negativo, España no fija unas partidas presupuestarias concretas para financiar las políticas de integración, un ámbito en el que solo cumplen doce países: Bulgaria, República Checa, Grecia, Letonia, Lituania, Hungría, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia y Suecia.

Tampoco cuenta España con medidas concretas para facilitar el acceso a la vivienda.

La Comisión Europea valora que los países hayan preparado estrategias y que hayan creado puntos nacionales de contacto para verificar su aplicación.