El 59 por ciento de los conductores es partidario de que se aumente de 120 a 130 kilómetros/hora el límite de velocidad en autopistas y autovías y un 53 % respalda que se reduzca a 90 la velocidad en vías convencionales, según un estudio de la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial).

De este estudio, basado en una encuesta telefónica a 545 conductores, se desprende además que el 60 por ciento considera que la medida de limitar la velocidad en carreteras convencionales, tal y como estudia la Dirección General de Tráfico (DGT), contribuiría a reducir los accidentes.

Así lo creen, sobre todo, los conductores de edades comprendidas entre los 40 y 70 años (47 %), mientras que aquellos con edades entre los 30 y 39 se muestran algo más reticentes.

Respecto al aumento de la velocidad en autovías y autopistas, posibilidad que también está estudiando la DGT, el informe refleja que son más los hombres (el 67 %) que las mujeres (el 47 %) quienes defienden esa medida y que el segmento de edad más proclive es el comprendido entre los 30 y 39 años (un 66 %).

Por contra, los conductores que superan los 50 años son los menos partidarios (un 26 % no está nada de acuerdo) y un 32 % de los encuestados considera que el aumento de los límites de velocidad traería como consecuencia más accidentes de tráfico.

Los conductores son conscientes también de que ese aumento de la velocidad implicaría un mayor consumo de combustible, y así lo manifiesta la mayoría (66 %), aunque es el colectivo femenino (75 %) el que percibe en mayor medida ese incremento del gasto.

A pesar de ello, el 61 % de los entrevistados considera que una mayor velocidad en autopistas y autovías supondría más ventajas que inconvenientes, como sería el ahorro de tiempo en los desplazamientos, según el 54 % de los encuestados.

Al ser preguntados por las causas que llevan a sobrepasar los límites de velocidad actuales, un 48 % alude a la "prisa", un 25 % dice superarlos por "placer", mientras que un 16 % lo hace porque "el resto de conductores también lo hace" y el 7 % asegura que "es una práctica no peligrosa".

Fesvial recuerda a este respecto que, según datos de la DGT de 2010, la velocidad inadecuada estaba presente en el 13 % de los accidentes con víctimas, elevándose este porcentaje al 20 % cuando el siniestro sucede en carretera, y que era un factor concurrente en un 27 % de los siniestros.

Por ello, y ante la posible modificación de los límites de velocidad, Fesvial cree que el incremento en el caso de autopistas y autovías no debería ser generalizado, limitándose, en todo caso, a los tramos más seguros, fundamentalmente aquellos en los que la tasa de accidentalidad es reducida.

Además, el establecimiento de los límites debería indicarse a través de paneles de señalización variable, en función de circunstancias como las condiciones de la vía, la densidad del tráfico, la visibilidad o la situación meteorológica.

En relación a la propuesta de limitar la velocidad máxima en carreteras convencionales de 100 a 90 km/h, Fesvial cree que esta iniciativa puede contribuir a reducir los accidentes en estas vías, que son las que actualmente presentan una tasa más alta de siniestralidad.

No obstante, para que la medida sirva para mejorar la seguridad vial, esta organización recomienda que vaya acompañada de otras actuaciones, sobre todo en materia de infraestructuras, campañas de concienciación y una mejora de la formación.