El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha recalcado hoy que las lenguas están para crear ámbitos de convivencia y son propiedad de los ciudadanos, y que a los poderes políticos les corresponde amparar su derecho a utilizarlas y a conocerlas.

Rajoy ha hecho esta reflexión en su discurso en la reunión anual del Patronato del Instituto Cervantes, que ha sido presidido por los reyes y en el que el jefe del Ejecutivo, según han informado fuentes del Gobierno, ha hecho una cerrada defensa del español y de la cultura en español.

El presidente ha señalado que el español simboliza más de cinco siglos de historia en común, la lengua de ciudadanos que decidieron sumar esfuerzos y no subrayar diferencias.

"Las lenguas están para crear ámbitos de convivencia, comunicación e intercambio cada vez mayores, como lo hace el español en América. Las lenguas son propiedad de los ciudadanos. Es su derecho a utilizarlas y conocerlas -ha reiterado- el que debemos amparar desde los poderes políticos".

Ha señalado que España se presenta ante el mundo como una nación de vocación abierta, inclusiva, constructiva e integradora, tal y como recogió la Constitución de Cádiz de 1812.

"Del mismo modo que el compromiso constitucional de 1812 estaba impregnado de la profunda convicción de que formamos parte de un proyecto común y diverso, nuestra actual Constitución confirma aquella certeza de que todos, unidos, debemos ser los dueños de nuestro destino", ha añadido.

A su juicio, la nueva realidad del español supone un inmejorable marco de oportunidades para afrontar los retos de un entorno que ha reconocido que es muy complejo.

De hecho, ha explicado que las circunstancias económicas hacen necesario un uso más eficiente de los recursos disponibles, pero también suponen un incentivo para abordar nuevos modelos de presencia cultural y lingüística que favorezcan la expansión de la lengua española y de la cultura en español.

Ha indicado que esas estrategias deben reconocer la nueva realidad de la geografía del español, en la que ha dicho que ciudades como Barcelona, México, Miami o Buenos Aires, por su pujanza y dinamismo, constituyen capitales imprescindibles de la cultura en español.

Para Rajoy, esa descentralización del español es uno de los principales activos de esta lengua, al tiempo que sería necesario lograr una mayor coordinación y concertación con las sociedades de América Latina.

Sólo con el liderazgo conjunto de la comunidad iberoamericana cree Rajoy que se podrá hacer del español una auténtica herramienta global que alcance las nuevas fronteras políticas, tecnológicas y financieras que se están trazando en Asia y en el Pacífico.

"El español es de todos, es un bien público compartido con los países iberoamericanos, y, en consecuencia, la promoción de la lengua española y de la cultura en español es una labor que nos trasciende como país", ha señalado.

El jefe del Ejecutivo ha elogiado la tarea del Instituto Cervantes como embajador en el mundo de una España que sabe sumar, incorporar y dar proyección internacional a su patrimonio cultural, y ha destacado que se trata de un esfuerzo sostenido en el tiempo y cuyo compromiso se ha situado por encima de legislaturas y avatares políticos.

Igualmente, ha calificado a este organismo de elemento esencial de la política exterior que transmite la imagen de un país "plural, multifacético, tecnológicamente avanzado, líder en turismo, gastronomía y éxitos deportivos, y con una imagen identificable a través de su potencial económico y de la solidez de sus instituciones".