Los astrofísicos están convencidos de que en el espacio hay otras "Tierra", planetas rocosos que orbitan alrededor de estrellas, con condiciones casi gemelas al nuestro, y en 2017 esperan tener listo "Espresso", el instrumento más avanzado con el que hayan contado nunca para buscarlos.

Una treintena de investigadores se han reunido durante esta semana en Fuerteventura para hablar de un proyecto internacional que impulsa la creación de "Espresso", que es un espectrógrafo ultraestable orientado a la búsqueda de planetas similares a la Tierra, en el que participan organismos científicos de Suiza, Italia, Portugal y España.

El primer planeta situado fuera del Sistema Solar, con un tamaño comparable a Júpiter, fue descubierto en 1995 desde un observatorio de Ginebra.

Desde entonces, se han detectado más de mil en torno a otras estrellas y algunos de ellos podrían estar en condiciones de albergar formas de vida adaptadas a condiciones más extremas que las de la Tierra, ha explicado el director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Rafael Rebolo.

Con el conocimiento acumulado en estos años, los científicos estiman que el 40 por ciento de las estrellas pueden tener planetas rocosos y que, de ellos, uno de cada tres podría ser gemelo a la Tierra.

Sin embargo, todavía no se ha conseguido encontrar un planeta con esas características, donde se pueda decir, "sin problemas, que allí se puede desarrollar la vida que conocemos aquí", matiza Rafael Rebolo, uno de los coordinadores del proyecto "Espresso".

El director del IAC se muestra confiado en poder llegar a descubrir esos planetas con agua líquida e, incluso, "acercarnos a posibles planetas gemelos a la Tierra con una atmósfera en condiciones a la nuestra; es decir, planetas rocosos habitables".

Y eso es lo que espera el equipo de "Espresso", en el que también colabora el consorcio intergubernamental propietario de los observatorios europeos de Chile y encargado de aportar los cuatro telescopios, de ocho metros cada uno, en los que se instalará el espectrógrafo ultraestable a partir de 2017.

Rebolo explica que ese espectrógrafo será capaz de combinar la luz de los cuatro telescopios al mismo tiempo, conformando con ello el instrumento de observación "más potente de la Humanidad".

El IAC trabaja desde el observatorio de La Palma en la detección de este tipo de planetas, pero Rafael Rebolo señala que la sensibilidad del instrumento que se colocará en Chile será superior a la que tienen los telescopios más avanzados.

Rafael Rebolo subraya que localizar planetas como la Tierra "no está al alcance de muchos instrumentos, porque requiere realizar medidas de velocidad de las estrellas con una precisión mejor que diez centímetros por segundo y eso hoy en el mundo no hay ningún instrumento que lo consiga".

El equipo científico del "Espresso" confía en que el nuevo espectrógrafo permitirá detectar la influencia de planetas como la Tierra en estrellas parecidas al Sol y más pequeñas.

A partir de esa influencia, que se detectaría utilizando la técnica Doppler, explica Rebolo, se podrá inferir la presencia de un planeta en condiciones similares a la Tierra y preparar nuevos proyectos orientados a localizar la atmósfera de esos planetas.

El espectrógrafo ultraestable, para el que existe una financiación de 15 millones de euros repartidos por los países ejecutores del proyecto, está en la primera fase de construcción.

Una vez terminado, se probará en Ginebra y luego viajará hasta Chile, donde hay 300 noches de observación reservadas en sus telescopios.