La falta de empleo puede reducir a la mitad el índice de felicidad de los españoles y 3 de cada 4 (79,2 %) se declara feliz en su trabajo, lo que supone 1,2 puntos más que un año antes, un porcentaje que se ha "elevado" por la dificultad que actualmente hay de conseguir un empleo.

Estas son algunas conclusiones de la IV Encuesta Adecco La Felicidad en el Trabajo realizada a más de 3.000 personas en activo (trabajadores y en busca de empleo), con motivo del Día Internacional de la Felicidad, establecido por la ONU desde 2012 para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.

La encuesta refleja que no tener empleo se ha ido consolidando como uno de los mayores focos de infelicidad para las personas.

"Las personas en paro sufren una gran pérdida de autoestima, de muchos momentos de desarrollo, crecimiento y realización personal, además, como es lógico, de la pérdida de ingresos económicos que el desempleo conlleva", se explica desde Adecco.

Así lo reflejan los encuestados desempleados que, preguntados por su índice de felicidad (del 1 al 10), la media se establece en 5,48 puntos, una cifra que se elevaría hasta el 8,13 si consiguiesen un empleo.

Para 9 de cada 10 parados es primordial conseguir un empleo para poder ser feliz en su vida personal.

En cuanto a quienes sí tienen empleo, la mayoría considera que un puesto de mayor responsabilidad y salario no lleva aparejado necesariamente la felicidad, ya que para 8 de cada 10 españoles ésta depende de otros factores.

Por encima de la remuneración, los trabajadores valoran aspectos como disfrutar del trabajo que se realiza (38,8 %) y un buen ambiente laboral (17,5 %), hasta el punto de que el 59,7 % cambiaría una parte del salario por mayores índices de felicidad laboral.

Por edades, los jóvenes (con y sin empleo) creen que la felicidad en el trabajo sí aumenta al obtener un mejor cargo y más sueldo, mientras que, por sexos, son los hombres, en mayor medida que las mujeres, quienes opinan así.

Otra de las diferencias que se mantiene por sexo, es que los hombres que trabajan dan más importancia que las mujeres a disfrutar del trabajo, mientras que ellas prefieren la estabilidad laboral.

En su edición de este año, Adecco destaca como una de las premisas "asimilada" por la población (trabajadores y parados) que los trabajadores felices son más productivos.

En este sentido, y dada la baja productividad de la economía española, los expertos achacan al desfase del sistema, el déficit de innovación y al absentismo laboral, algunas de las causas que sitúan a España a la cola de los países europeos.

Otra de las conclusiones del informe es que las personas con estudios superiores que trabajan, en mayor medida, creen que es necesario disfrutar y realizarse personalmente para ser felices en el trabajo, mientras que los que tienen estudios básicos le dan más importancia a tener un buen ambiente laboral.

Por último, por grupos de edad, los encuestados más jóvenes que no trabajan y los que tienen estudios superiores consideran, en mayor proporción, que es necesario disfrutar y realizarse personalmente para ser felices en el trabajo, mientras que los de mayor edad y con estudios básicos le dan más importancia a la estabilidad y a tener trabajo.

Respecto a los horarios españoles el 81,6 % de los encuestados cree que sería más feliz con horarios similares a los europeos y con la posibilidad de teletrabajar.

Por comunidades, en todas ha aumentado el porcentaje de trabajadores que se declaran felices con respecto al año anterior encabezadas por Galicia (con 8,6 puntos más), La Rioja (8,4) y el País Vasco (6), mientras que sólo en cuatro se ha reducido, Murcia (14,8), Baleares (9,4), Cantabria (3,2) y Canarias (1,1).