El programa de conservación ''Ex Situ'' del lince ibérico en España y Portugal, para la cría en cautividad de esta especie protegida, ha finalizado su temporada reproductora de 2014, una vez concluidos todos los partos, con 24 cachorros --diez machos y 14 hembras-- que han salido adelante y que están siendo atendidos por sus madres, no encontrándose ningún ejemplar en proceso de cría artificial por el personal de los centros.

Según los datos de la iniciativa, consultados por Europa Press, en total se emparejaron al comienzo de la temporada reproductora 18 hembras, esperando obtenerse una cifra aproximada de entre 14 y 32 cachorros en base a los parámetros reproductivos registrados en el programa en anteriores campañas. Las parejas establecidas responden a un cuidado manejo genético con el objetivo de garantizar la mayor diversidad y variabilidad genética de las camadas resultantes.

Todas las hembras que se emparejaron llegaron a copular, quedándose gestantes 17 de ellas, dos de las cuales tuvieron un aborto. El número total de cachorros gestados es de 36 ejemplares, incluyéndose las muertes en los primeros días de vida y en el periodo de peleas, lo que supone un tamaño medio de camada de 2,4 cachorros, ligeramente inferior al dato del 2013, en el que el número medio de cachorros por camada era de 2,9.

En principio, estas 24 crías serán preparadas para su liberación en el medio natural, aunque habrá que esperar a las recomendaciones del grupo asesor de aspectos genéticos y demográficos del programa para determinar qué ejemplares deben ser necesarios mantener dentro del programa como individuos reproductores y, de esta manera, mantener equilibrada la pirámide de la población ''ex situ''.

En la pasada temporada 2013, el programa ''Ex Situ'' estableció 23 parejas reproductoras en base a la estimación de ejemplares necesarios para liberación, así como a las necesidades de reposición de ejemplares en el propio programa. De las 23 parejas establecidas, finalmente 18 dieron lugar al nacimiento de 53 cachorros, 44 de los cuales salieron adelante.

A principios de año se informó de que el programa de conservación se encontraba en su máxima capacidad de carga debido a la obtención de resultados reproductivos "marcadamente por encima de lo esperado" en los últimos dos años, por lo que no se consideró necesario obtener animales para reposición en 2014.

Así, teniendo en cuenta las recomendaciones de las diferentes administraciones, se decidió asumir una actitud prudente para esta temporada de cría, debido a una dificultad actual de los centros para acomodar más ejemplares y con el fin de poder garantizar su preparación idónea para la liberación al medio natural.