El 60 por ciento de los hombres que se hacen una reversión de la vasectomía, una intervención quirúrgica sencilla que se practica con anestesia local y dura un par de horas, logran ser padres.

La vasovasostomía es una operación por la que pasa entre el 10 y el 15 por ciento de los hombres que, de forma previa, se han practicado una vasectomía con la intención de no volver a procrear, explica Natalio Cruz, coordinador de Andrología de la Asociación Española de Urología, que celebra su LXXIX congreso nacional en Tenerife.

Los motivos principales de ese arrepentimiento tienen que ver con que cambian sus circunstancias y, en algunos casos, porque fallece uno de sus hijos y quieren tener otro con la misma u otra persona.

El hombre que se ha practicado una vasectomía tiene dos opciones para intentar volver a ser padre, la vasovasostomía o la reproducción asistida, cuyo porcentaje de éxito de cara a ser padre es inferior.

Con la reproducción asistida, estos hombres tienen entre un 40 y un 50 por ciento de probabilidades de ser padres, un porcentaje sensiblemente superior al de los varones con problemas de fertilidad, que tienen entre un 30 y un 50 por ciento de opciones.

La ventaja de la reversión de la vasectomía frente a la reproducción asistida es, además de sus mayores probabilidades de éxito, un ahorro de costes económicos y evita a la mujer tener que pasar por el quirófano.

Según explica el especialista en Urología, la vasovasostomía consiste en unir el conducto deferente, que va desde los testículos a la uretra, con un microscopio quirúrgico para que vuelvan a pasar los espermatozoides, lo que se consigue en el 90 por ciento de los casos.

Esta intervención, más eficaz para tener hijos que la reproducción asistida, se puede realizar a cualquier varón que se haya practicado previamente una vasectomía, requiere una o ninguna noche de estancia en el hospital y no genera grandes molestias más allá de algún hematoma e inflamación en la zona.

La vasectomía, por el contrario, consiste en cortar y cerrar el paso de los espermatozoides por el conducto deferente, lo que se hace en una intervención sencilla con anestesia local que a penas dura media hora.

Una de las principales novedades en este campo es la vasectomía sin bisturí, una operación que ya se realiza en algunos hospitales de Madrid, Sevilla y Barcelona, y cuya ventaja es que, al no utilizar aguja sino una pequeña punción, no se hace herida, por lo que los efectos adversos son menores.