La Federación de Diabéticos Españoles ha pedido a las administraciones ampliar el acceso de los diabéticos a las bombas de insulina, ya que España ocupa el penúltimo puesto en Europa en este tipo de tratamientos porque sólo un 4 % de los diabéticos las utilizan, lejos de la media europa del 15 %.

La federación ha denunciado que estas cifras no se corresponden con las recomendaciones de la Agencia de Evaluación de Tecnología Médica Británica NICE, que marcan que el 50 % de los niños menores de 12 años con diabetes tipo 1 deberían estar con terapia con bomba, mientras que en España esta media es del 3 %, detrás de países como Polonia o Grecia.

Según la Federación de Diabéticos Españoles, la baja penetración de la terapia con bomba de insulina "demuestra que hace falta trabajar para poner al alcance de los pacientes las herramientas disponibles" con el objetivo de "garantizar un mejor control y una mejora de la calidad de vida de las personas con diabetes".

En el caso de Cataluña, un 6 % de las personas que sufren diabetes en esta comunidad autónoma tiene acceso a este tratamiento, lo que la sitúa en tercera posición por detrás de Extremadura y de Castilla y León.

La presidenta de la Associació de Diabètics de Catalunya (ADC), Montserrat Soley, ha señalado que los profesionales están "cada vez más sensibilizados con este tipo de tratamiento ya que supone una mejora del control de la glucosa, reduce las hipoglucemias, hay menor variabilidad glucémica y, en general, supone un considerable aumento de la calidad de vida.

Según las asociaciones de diabéticos, el uso de las bombas de insulina permite reducir hasta en cuatro veces el riesgo de sufrir hipoglucemias y disminuir el número de inyecciones de insulina de cinco pinchazos diarios de media a uno cada tres días, cosa que supone pasar de 150 inyecciones mensuales a 10.

En el caso de los más pequeños, las asociaciones de diabéticos aseguran que el mejor control que permite este tratamiento, posibilita que los niños tengan más autonomía para gestionar su diabetes, especialmente a la hora de realizar actividades cotidianas como comer, dormir tranquilamente, hacer deporte o realizar viajes o excursiones.