La luna nueva será este año una magnífica aliada de la tradicional lluvia de estrellas o delta acuáridas de julio, y este domingo alcanzará su esplendor porque podrán verse desde cualquier punto de España, sin necesidad de prismáticos o telescopio.

En cualquier noche del año es posible vislumbrar, dos, tres y hasta cinco de estos astros fugaces, pero el domingo podrá verse una lluvia de entre 20 y 30 cada hora, ha explicado a EFEfuturo César González, divulgador de astronomía del Planetario de Madrid.

En su opinión, las condiciones "van a ser favorables" porque esa noche justo es luna nueva, es decir, hay ausencia de luna y se van a poder ver hasta las estrellas fugaces más débiles, "una suerte porque las delta acuáridas se caracterizan porque el brillo de sus estrellas fugaces es muy tenue".

En su caminar entorno al sol, la tierra atraviesa zonas del espacio por las que antes ha pasado un cometa que ha dejado tras de sí pequeñas partículas de roca y hielo.

Estas partículas, al chocar con la atmósfera de la tierra, se queman y dan lugar a las fugaces.

Desde el pasado día 12, las delta acuáridas ya han comenzado a verse débilmente, pero alcanzarán su esplendor el 27, cuando habrá una mayor acumulación de estas pequeñas partículas.

Para verlas, es necesario encontrar un lugar oscuro, alejado de las luces de la ciudad y de cualquier fuente de luz directa, "si no -advierte este divulgador- te las pierdes casi todas".

Las delta acuáridas reciben este nombre porque el radiante (así es como se llama el punto del cual parecen provenir todas los astros de esta lluvia) se sitúa muy cerca de la estrella Delta Acuario, ha informado González.

Esta lluvia puede llegar a solaparse con la de las perseidas, que "tienen meteoros mucho más brillantes" y se ven desde finales de julio hasta mediados de agosto, alcanzando su máximo el día 13.

Quienes se animen a escapar de la luminosidad de la ciudad y a contemplar el cielo en verano, podrán observar también las constelaciones zodiacales más típicas de estos días: Escorpión y Sagitario.

Según González, en Sagitario, que se sitúa en el centro de la vía láctea, se pueden ver muchos cúmulos de astros y nebulosas con unos prismáticos.

También en esta época es posible divisar Saturno en la constelación de Libra.

"Es -señala- un punto de luz bastante brillante con tonalidad amarillenta y que no tiene un parpadeo tan intenso como el del resto de estrellas, es muy fácil verla y con un pequeño telescopio se ven hasta los anillos".

Además es típico de esta fecha el Triángulo de Verano, formado por Vega, Deneb y Altair, cada una de ellas pertenece a una constelación diferente: Deneb al Cisne, Vega a la Lyra, y Altair al Águila.