La Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado, con la detención de 35 personas, una organización criminal acusada de introducir en España hachís procedente de Marruecos que robaba a otros narcotraficantes, quienes tras uno de los robos secuestraron a varias personas, entre ellas dos niños.

En la operación se han intervenido 1.230 kilos de hachís que el grupo tenía ocultos en una "guardería" -lugar destinado a esconder la mercancía-, donde también se ha encontrado un fardo con una baliza de posicionamiento por satélite.

La organización supuestamente infiltraba a algunos de sus miembros en otros grupos de narcotraficantes para sustraer la droga y colocar localizadores en el estupefaciente.

Los componentes de la banda llegaban a disfrazarse de miembros de las fuerzas y cuerpos de Seguridad para incautar el hachís.