Ayer, el windsurfista alemán Michael Rausch, de 45 años, salvó la vida de milagro. Sus compañeros le perdieron la pista a las 11:00 horas aproximadamente de la mañana en El Médano. Como es habitual, varios recursos de emergencia fueron activados, como Policía Local, Guardia Civil y Salvamento Marítimo, con un barco y un helicóptero. Pero no hallaron rastro del germano.

A las 16:50, una vecina de Los Abrigos, Maribel Marcelino, avistó lo que le parecía un cuerpo a unos 150 metros de la costa. Y decidió avisar a dos pescadores del pueblo, Julio Marcelino, y José María Amaral. Ambos cogieron un barco que estaba en el muelle y se lanzaron a toda velocidad hacia el cuerpo. Marcelino y Amaral lo hallaron tendido boca arriba (haciendo el "cristo") y completamente exhausto. Estaba muy pálido y sin fuerzas, por lo que no fue fácil izarlo a la embarcación de seis metros.

En ese momento, hasta el lugar también llegó un helicóptero de Salvamento Marítimo y un rescatador estaba dispuesto para descender al agua, pero el windsurfista, que curiosamente reside también en Los Abrigos, fue sacado del agua primero por los jóvenes pescadores y llevado hasta el muelle. El hombre no se sostenía en pie y tuvo que ser auxiliado por las personas que estaban allí.

El ciudadano germano fue atendido por personal de una ambulancia, ya que supuestamente sufrió hipotermia al estar tantas horas en el mar.

Julio y José María nunca habían vivido una experiencia similar, pero ayer, junto con la vecina que los avisó, se convirtieron en los héroes de la jornada.